Solo falta un mes para que Cantillana vuelva a despertarse entre el estruendo de millares de cohetes y los sones de la diana de la banda de música para celebrar el Nacimiento de Nuestra Señora, el día más grande del año, el de la Divina Pastora.
Dentro de un mes, Cantillana volverá a vestirse con sus mejores galas, arcos de triunfo, banderas con los colores rojo y gualda, y el bendito nombre con el que nosotros invocamos a María, el de PASTORA, inundará todos los lugares y también nuestras bocas, nuestros corazones… Repiques de campas, algarabía a las puertas de la parroquia, sones militares de las bandas de música, alegría desbordada, emociones… nostalgias…
Y al atardecer, Cantillana vivirá el sueño de todo el año, y los Pastoreños acompañaran a la Dueña de sus Corazones por sus calles, volverá a vitorearla, a rezarle, a llorar ante Ella pidiéndole o dándole las gracias, las Gracias por el inmenso orgullo de haber nacido del vientre de una Pastoreña… de Quererla por encima de todo.
Solo un mes para que se repita el momento anhelado durante todo el año, para volver a disfrutar de la Pastora Divina en la calle, para revivir tantos momentos y para a sus pies todo su rebaño acompañarla por las calles del pueblo del que es Reina y Pastora.
¡¡¡VIVA LA PASTORA DIVINA!!!
¡¡¡VIVA LA MADRE DE DIOS!!!
¡¡¡VIVA LA REINA DE CANTILLANA!!!
¡¡¡VIVA SIEMPRE LA MISMA!!!
¡¡¡VIVA EL 8 DE SEPTIEMBRE!!!
¡¡¡VIVA EL DÍA MÁS GRANDE DEL AÑO!!!
¡¡¡VIVA LA PASTORA DIVINA!!!
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