domingo, 30 de septiembre de 2012

El 30 de Septiembre



Desde que a finales del octavo mes del año comenzara a vestirse con los colores rojo y gualda nuestro pueblo, y en la Parroquia se levantaba el trono de corchos y lentisco al que llamamos “risco” para la Virgen hasta la postrera jornada, todo es Pastora, convirtiendo este mes, el más grande para los cantillaneros en el mes de la Pastora, el más ansiado en el año. La Pastora lo abre ascendiendo a su Risco y lo cierra con su devoto besamanos. Todo evoca a Pastora en este mes que cerramos. Pastoreño es el aroma inconfundible del lentisco y del nardo, los arcos de triunfo levantados en honor de la Virgen, la emblemática calle Martin Rey y la ceremonia del sombrero, los sonidos del tambor y la gaita o de las campanitas de la carreta de plata, la brisa de la rivera del Viar, el repique de las campanas de la torre de su Parroquia o de la blanca ermita de los Pajares que los pastoreños levantaron en su honor. Un apelativo indiscutible el que lleva consigo este mes, un apellido inseparable del mismo en Cantillana, a los hechos nos remitimos: Septiembre es pastoreño.

Si se comenzó con los preparativos de los cultos principales, estos: la solemne novena, Rosarios, la función principal y la procesión triunfal por las calles de Cantillana dieron para a la culminación de la novena con la procesión de Jesús Sacramentado y el Rosario. Entrando en la Parroquia el Simpecado comenzaban los preparativos de la semana que cierra las fiestas principales, la popular romería y el besamanos de la Divina Pastora que en este año se celebra en 30 de Septiembre, como antaño tenía lugar.

Es el besamanos de la Pastora, el besamanos por antonomasia de Cantillana, el primero instituido en nuestro pueblo, y una de las muestras más elocuentes del amor filial de los cantillaneros a su Reina y Pastora. En 1933 se celebraba el primer besamanos, en aquella lejana fecha eran muy pocas las imágenes que se exponían en besamanos, como en tantas cosas, la Pastora fue pionera. Cuando hoy miles de pastoreños y devotos de la Pastora Divina suban a su camarín y depositen su beso en la mano, Septiembre llega a su fin y lo despedimos con los versos de Montero Galvache en el pregón del CCL aniversario fundacional en 1970.

Septiembre se está cerrando
en su postrera jornada.
Y la Pastora sonríe
en su Santuario y habla
en secreto a los romeros
y en pura fiesta la exaltan.
Y cuando a la noche vuelven
desde su Ermita a su Casa,
le ofrecen los caballistas
flores de luces gallardas,
mientras los tamborileros,
por las calles y las plazas,
por la Cuesta del Reloj,
por toda la Villa en gracia,
le van dejando una mar
de musicales fragancias.
Los vivas a la Pastora
hasta el Simpecado avanzan
con su ejercito florido
de súplicas y de lágrimas.
La pirotecnia se hace
bóveda de salves santas.
¡Adiós, Pastora, hasta siempre
-dice el pueblo-! Y toda el alma,
cantillanera, se queda,
Risco y Redil, contemplándola,
mientras que sigue la copla
cantando por Cantillana:

Entre la Sierra Morena
y Los Pajares, se alza
por la Pastora una Ermita,
donde los ángeles cantan
un nombre blanco de cielo:
¡Cantillana, Cantillana!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que foto mas bonita

Anónimo dijo...

Precioso articulo alusivo al dia de ayer. Creo que la junta de gobierno debio colocar los bancos mirando al camarín de la Pastora, como siempre se han puesto, y así sentarse aquellas personas que deseaban acompañar y ver a la Virgen durante el besamanos.