miércoles, 18 de julio de 2012

Versos de Adriano del Valle

I

La Pastora de los cielos
baja a los campos, y tiene
para bajar, una escala
musical en los rabeles.
Pellicos de olor, chivarros,
apriscos de flor silvestre,
carlancas, rabadancillos,
candelas bajo las trébebes.
Corriendo el viento, en el río
hunde sus piernas celestes,
galgo ligero, acosando
anguilas y salmonetes.
Las ranas de los molinos

usan de cristal los peines,
peinadoras de las aguas
de encelestiadas corrientes.
La liebre azul del arroyo
corre entre los juncos verdes;
de la escopeta del alba,
ilesa, asustada viene.
La luna se va buscando
sus gargantillas de tréboles,
las margaritas se pintan,
con el sol, de colorete.
De Norte a Sur ha tendido
la brisa sus frescas redes,
cogiendo pájaros bobos,
campanillitas y peces.
(El tilín de las ovejas
-tilín tilín- cerca viene...)
El chopo baña en el río
en cueros, su tronco verde;
las manos del viento ordeñan
ubres de nubes celestes.
El río trae coronadas
de zarzamoras las sienes
y el tilín de las ovejas
-tilín tilín- cerca viene,
dándole la extremaunción
a los rosales silvestres.
II
La Pastora llega al soto
por marismas y adelfares.
Tres serafines mancebos
le sirven de rabadanes,
-los tres haciendo cintillos
de pelita para los ángeles-.
Volando sobre el rebaño
dos palomas van torcaces;
detrás del rebaño ladran
los mastines trashumantes.
La juncia, la flor de jara,
el hinojo y los palmares,
sueltan yeguadas de olores,
retozando, por los aires.
La Pastora de los cielos
quiere en las aguas mirarse
y, en vía crucis de chopos,
de la marisma a los mares,
sobre los hombros del río
en andas va de cristales.

III
Pastora, tora, tú tienes
rebaños, baños de ovejas...
Yo taño, taño, mi trébol
roto, roto, en la arboleda.
Dedales, dales, de plata,
y en raso rosa con perlas,
pespuntes, puntes de agujas
con sartas, sartas, de estrellas.
Bastidores, dores, tienes
y tienes, tienes, tijeras
que abiertas, biertas, parecen
volando, lando cigüeñas.
Tijeras, jeras, que cortan
los vientos, vientos, que vuelan,
bordados, dados, los vientos
de blancas, blancas, cigüeñas.
IV
Pastora, tú tienes
rebaños de ovejas...
Yo taño mi trébol
roto, en la arboleda.
Dedales de plata,
y en raso con perlas,
pespuntes de agujas
con sartas de estrellas.
Tienes bastidores
y tienes tijeras
que, abiertas, parecen
volando cigüeñas.
Tijeras que cortan
los vientos que vuelan,
los vientos bordados
de blancas cigüeñas.

Adriano del Valle

1 comentario:

Rafael dijo...

precioso... un blog religioso y cultural, popular y culto, riguroso y ameno... una fuente inagotable de información y formación pastoreña.

Enhorabuena a los administradores ycolaboradores por tanto gusto, dedicación y buen hacer al servicio de nuestra Pastora y su hermnadad.