sábado, 22 de octubre de 2011

La Divina Pastora de la capilla de san José

La capilla de san José, considerada una de las joyas más relevantes del barroco sevillano, se encuentra en la calle Jovellanos, próxima a la calle Sierpes. La Capilla fue levantada por el gremio de carpinteros lo cual le llevó a un sonado pleito con el de arquitectos, pues un carpintero no tenía autorización para hacer los planos de una edificación. Realizada en dos etapas, entre los años 1699 y 1766, sus trazas y su construcción se deben a la intervención sucesiva de dos grandes maestros de la época: Pedro Romero, que levanta el núcleo principal de la nave, y Esteban Paredes, que se ocupa de la Capilla Mayor y la portada de los pies.


Sus valores arquitectónicos y artísticos fueron muy pronto reconocidos y valorados oficialmente, ya que su catalogación como monumento fue publicado por La Gaceta de Madrid en el año 1912 siendo declarada bien de interés cultural.

Es un pequeño recinto donde el churrigieresco mas exuberante alcanza su máximo esplendor, en lo que se denomina horror vacui (horro al vacio). El retablo Mayor lo preside la Imagen de san José, encontrándose diversas imágenes en sus retablos. Hay una preciosa Inmaculada dieciochesca entronizada en una hornacina decorada con espejuelos, Una de las imágenes que concita mas devoción en la capilla es Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, ejecutada por Agustín Sánchez Cid tras la guerra civil, imitando la Imagen madrileña venerada en los Capuchinos de Madrid. Otra imagen destacada es la de la Virgen de las tres avemarías, devoción franciscana entronizada en este templo con la llegada de los capuchinos, la Imagen es obra de Joaquín Bilbao.

Como no podía ser de otra forma, al ocupar los PP. Capuchinos este templo, traen consigo la devoción mariana por excelencia de la orden, y así se inicia el culto a la Divina Pastora en este céntrico templo sevillano. La Imagen de la Divina Pastora fue realizada en 1916 por Juan Luis Guerrero, José María Izquierdo comenta sobre la misma: “…Es esta una particularidad. En la iconografía de la Divina Pastora no suele representarse a la Virgen con el Niño Jesús, apareciendo la Virgen en comunicativa unción… Por la armonía del conjunto y la delicadeza en los detalles y la gracia expresiva que hay en todo el grupo, esta obra rememora los modelos de la escultura sevillana del siglo de oro”.
Francisco de León Troyano escribe “Es la mejor escultura religiosa que he visto, la madera se ha hecho carne y espíritu inmortal, parece que se ha escapado de esos portentosos retablos de Alonso Cano o de Roldan”

Recibe culto en un retablito barroco situado en un espacio lateral de la capilla junto al crucero. En el mismo recibe las oraciones de cientos de sevillanos desde hace un siglo, ante ella rezó entre otros el recordado padre Claudio de Trigueros que estuvo en la residencia de la capillita de san José durante varios años.

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