Arquitecturas efímeras en las fiestas de la Divina Pastora (II)

El arco de la calle veredas

El arco de la calle Juan Carlos I, conocida popularmente como veredas, es el más emblemático de cuantos adornan las calles de nuestro pueblo para sus famosas fiestas septembrinas. Desde que empezara a instalarse este arco a finales del siglo XIX nunca dejó de colocarse como si ha ocurrido en otros de diferentes calles de Cantillana. Durante mucho tiempo cuando la Virgen llegaba al arco, tenía lugar la función de fuegos artificiales en la plaza del llano, que posteriormente se trasladó a la Alameda.

El primer arco del que tenemos constancia era de palos y alambres forrados de papel picado de seda pero el 8 de Septiembre de 1946, un fuerte aguacero calló durante la procesión de la Virgen y cuando el paso alcanzó el arco, las flores de papel de colores empezaron a desteñir y Carmen Pérez García “la Meina” juró y se propuso junto al resto de vecinas la realización de un nuevo arco de madera, costeado por las vecinas de la populosa calle.

El arco se componía de un gran arco de medio punto central apoyado sobre dos pilastras, y desde este a las casas dos arcos laterales más pequeños, de la misma forma que el actual. Rodeando el medio punto central se podía leer “VIVA LA DIVINA PASTORA” Mientras que en la parte superior había hermosos adornos con celosías. Todo aparecía iluminado de luces, tan características de nuestras fiestas.

El antiguo arco de madera que se dejó de colocar
cuando se construyó el arco actual.

Tan hermoso arco se convirtió en escenario en el que perpetuar un recuerdo de las fiestas en forma de fotografía, y así conservamos en nuestras casas infinidad de fotografías de nuestros padres y abuelos pasando debajo del arco, luciendo los trajes que se estrenaban anualmente para el día grande de la Pastora. Aprovechando su estructura y su situación, durante muchos años se coloco en uno de sus lados la cabina donde se proyectaban las películas de cine que en la plaza del llano se veían durante los días de novena.

Bajo el arco pasaban también aquellos que se dirigían para la plaza de toros, a presenciar la tradicional corrida del día de la Pastora, la calle veredas fue también lugar de paso, la mañana del 30 de septiembre de 1952, de las carretas que participaron en la primera romería y que salieron desde la plaza de toros. Posteriormente, este arco fue sustituido por el actual, realizado en hierro en color blanco con adornos en verde y circundado de bombillas siguiendo el modelo del anterior. En 1992 este arco empezó a forrarse de papel picado en color blanco, recuperando de esta forma la decoración del primitivo arco. La calle de las veredas, como anteriormente hemos citado, es la única que desemboca a la plaza del Llano que ha seguido manteniendo la instalación de un arco de triunfo, el más genuino de nuestras fiestas.

Las vecinas de la calle Veredas realizamos un gran esfuerzo para seguir montando este arco año tras año; cuyo montaje e instalación eléctrica conlleva un gran desembolso económico para la calle; pero somos consistentes de lo que supone el arco para nuestras fiestas y nuestro mayor deseo es mantenerlo siempre por lo que supone para los Pastoreños y para nosotras.

A finales de agosto, empezamos a preparar el arco en el local donde se guarda. Alli todas las mañanas acudimos las vecinas para ir forrándolo de papel, quitándonos el tiempo a nuestros menesteres y dedicándoselo al mismo y así de esta forma mantener viva la ilusión que se ve recompensada cuando la mágica noche del 8 de Septiembre vemos cruzar el arco a la a la reina de nuestros corazones, a nuestra Pastora Divina ,Madre del Buen Pastor y de todos los pastoreños .Por esto, sirvan estas líneas para agradecer a todas las pastoreñas que por ley de vida ya no están aquí y que seguro estarán junto a su Pastora del alma, y que fueron de las que bebimos este amor tan grande hacia ELLA enseñándonoslo día a día, minuto a minuto, todos los días de nuestra vida.

Pastora López Campos