martes, 16 de febrero de 2010

A mi PASTORA del alma, nuestros rezos hechos canción....

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Tomada la decisión por la junta de gobierno vigente y sin tener otra alternativa, a tan sólo 20 escasos días del 8 de Septiembre ( Natividad de nuestra Celestial Pastora, Madre de Dios y Madre nuestra), nos ofrecen a más de 30 hermanos reunidos en la casa hermandad, la posibilidad de formar parte del coro de la hermandad, petición que sin duda alguna fue aceptada por todos en una decisión unánime, puesto que a nuestra Divina Pastora no le faltarán voces humildes para cantarle en sus fiestas grandes.

Es a partir de aquel momento, el comienzo de una nueva era, de un nuevo cambio en uno de los más importantes grupos de los que presume nuestra hermandad. SU CORO. Es entonces el comienzo, de un gran sueño del que tan ilusionada estaba y que con tantas ansias esperaba que a que se hiciese realidad, poder tener el privilegio de desgarrarme la garganta al “rezarle cantando” la mas intensas y sentidas plegarias de amor.

Comienzos que como en todos los momentos y etapas de nuestra vida no son fáciles, y digo: no son fáciles, porque las personas que nos habíamos comprometido a ello no éramos profesionales, éramos y somos Pastoreños de corazón, con humildad, personas sencillas, pero sí con una buena intención, hacer todo lo posible, dentro de nuestras capacidades y poniéndole todo el cariño del mundo para que su novena y su función principal de instituto, transmitiera a todos los Pastoreños cantos angelicales que llegara a todos sus corazones y volaran como palomas al viento a lo más alto del cielo, donde se encuentra nuestra Pastora y desde donde pastorea y vigila a su rebaño.
Se hizo con esfuerzo, mucha constancia y sobre todo mucho muchísimo amor a ella, y a Ella y a Dios gracias todo salió perfecto, pues estaba claro, ella y su Divino Pastorcito nos estaban iluminando desde el risco de amores en el que tan elegante presiden todos los años por Septiembre.

Desde aquel Septiembre, aquel grupo de personas comenzamos una convivencia maravillosa, que no sólo se quedaría en compañerismo, llegaría como ha llegado a algo más, a ser un grupo de amigos o mas bien hermanos que juntos con su sacrificio formamos una familia maravillosa, familia de la cual todos los componentes nos sentimos orgullosos, y de la que estamos dispuestos por muchos años más a luchar por ella, luchar por su unión y por estar a la disposición de nuestra junta de gobierno, en éste caso sabiendo a ciencia cierta que si es la encabezada por D. ANTONIO J. CASTAÑO no cabe duda alguna.

Familia, que como en todas las del mundo ha de tener una cabeza, y en que en éste caso no podría ser de otra forma y modo pues tenemos al mejor director del mundo, D. ANTONIO PORTILLO DAZA, al cual desde éstas líneas le quiero dedicar unas palabras porque si realmente alguien se merece un reconocimiento ese es él, por su labor al igual que de todos nosotros totalmente desinteresada, sin ánimo de lucro y dispuestos a luchar todo lo necesario para meter el mayor número de INGRESOS posibles en nuestra hermandad.

Como decía, persona que ha desempeñado y desempeña su puesto a la mayor perfección y al que le tengo un gran afecto y cariño, su paciencia y su inteligencia demostrada es sin duda alguna muchas de las cualidades de las que goza. Luchador del coro de la hermandad desde tiempo inmemorial, magnífico compositor de letras y músicas del mismo y un gran amigo y compañero que la Pastora ha sabido darnos como premio a todos los componentes de su coro. Desde aquí gracias a él y a todos mis compañeros porque gracias a nuestra rutina y convivencia es mayor la ilusión y el entusiasmo que cada día tengo y siento por mi coro. Coro, que para mí, significa sentimiento, sentimiento que brota desde lo más hondo de nuestro ser, flor que cada año brota y brota y da sus mejores frutos en el Pastoreñísimo y mariano mes de Septiembre, que perfuma a la parroquia con sones de palillos, pandereta, guitarras y tambor, tambor que marca hasta los latidos de nuestro corazón, corazón que por ella sufre, que por ella late, que por ella se estremece y llora, que con ella goza, porque ser miembro del coro de la hermandad, no es solo y con perdón a la expresión : reunirte con un grupo de amigos a echar un rato de cante, para mí es el mayor gozo, el mayor sentimiento y el mayor privilegio que como bien dice mi gran amiga M. Carmen Espinosa se lleva nuestra garganta cada año, privilegio del que me siento feliz y del que disfruto desde hace 7 maravillosos años, y todo gracias a la junta de gobierno que nos ofreció esa oportunidad y que por supuesto no se rechazó, y que si Dios quiere sean muchísimos más porque allí estuvimos, aquí estaremos y ahí estaremos dispuestos a todo lo que haga falta por y para Ella, Ella pilar fundamental de nuestras vidas y a la que no se le debe negar nada porque a una madre nada se le niega, porque como todos sabemos MADRE NO HAY MAS QUE UNA.

¡ VIVA LA MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA, DIVINA PASTORA DE LAS ALMAS!!

Pastora María Palma Vega
Componente del coro de la Hermandad de la Divina Pastora de Cantillana

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2 comentarios:

portillo dijo...

voz y corazon como tu tienes son los que nunca pueden faltar en nuestra hermandad.

Mari Carmen dijo...

Me has emocionado amiga...
El coro es mi segunda familia, allí he encontrado grandes amigos, grandes hermanos y gente como tu padre... para mi un padre.
Y que razón tienes, y es q al hablar de Portillo hay que ponerse de pie y quitarse el sombrero, porque si este barco ha llegado a buen puerto ha sido por su implicación y por su amor a la Divina Pastora.
Desde este comentario quiero aprovechar para darle las gracias a todos los componentes del coro por haberme regalado tantos buenos momentos juntos, y por supuesto darle las gracias a mi padre, porque el me enseñó cuando yo era niña que existía otra manera de rezarle a la Pastora, y esa era poniendo en su garganta plegarias y sevillanas... y así lo hago desde el año 2003 junto a mis compañeros en el coro de la hermandad.

VIVA CON LA QUE NADIE PUEDE!!
VIVA LA PASTORA DIVINA!!