Es regalo del pueblo que la venera

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Este año de 2010 es un año muy especial para nuestra Hermandad, celebramos cincuenta años de la bendición del Santuario de la Divina Pastora en el antiguo olivar de la Pola, cincuenta años de que el Obispo José María Cirarda Lachiondo bendijera la Ermita ante la Imagen de nuestra Pastora Divina, trasladada por primera vez a la misma, el 30 de Septiembre de 1960.

Son ya cincuenta años que su silueta blanca y campera alegra el verdor de los campos de los Pajares asomando entre los juncos de la rivera del Viar los inconfundibles perfiles de su campanario. Una silueta que con su particularísimo repique de campanas nos llena a todos de satisfacción y orgullo y nos trae consigo los más entrañables recuerdos.

Tras el diseño que Aurelio Gómez Millán llevase a cabo se encierran los más profundos sentimientos del pueblo Pastoreño que de forma material quiso ofrecerle en aquellos años ese regalo a su Reina, la Ermita está construida sobre los cimientos de la devoción Pastoreña de Cantillana con el amor de toda esta Hermandad, de tantos y tantos Pastoreños anónimos que aportaron todo lo que estuviese a su alcance para que nuestra Ermita fuese una realidad; Tras sus paredes se esconde la ilusión y el esfuerzo de todos ellos que incluso aportaron los materiales para la construcción de la misma materializando así su devoción por la Divina Pastora en el mejor de los regalos que a Ella se le pudiese ofrecer.

En este especial aniversario en el que poco se habla por ahora de la mencionada efemérides es hora de rendir homenaje a todos los que lucharon por Ella, los que aportaron según sus posibilidades los materiales y el dinero de las obras, aquellos Pastoreños anónimos que no necesitan inscripciones que recuerden su participación en un proyecto que fue de todos y cuya memoria queda perpetuada en el recuerdo de los que aun sobreviven o de las nuevas generaciones que sabemos que ellos, nuestros antepasados aportaron su granito de arena en la Ermita, que como dice la conocida rumba, es Regalo del pueblo que la venera; Regalo de todos los Pastoreños a la Pastora Divina.

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José Manuel Barranca Daza

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