jueves, 4 de febrero de 2010

¿El futuro?


Qué duda cabe en que el futuro está en la juventud, y por supuesto qué duda cabe en que el futuro de nuestra hermandad está en los jóvenes, eso sí, en jóvenes preparados.
La junta de gobierno de una hermandad no es un juego, no es algo que se pueda improvisar, ni esperar a ver lo que hacen los demás, a veces, hay que arriesgar, pero con conocimiento y siempre defendiendo la postura tomada y aceptando los logros y los fracasos.


En una junta de gobierno de una hermandad, no se puede entrar simplemente porque a los padres o a los abuelos les haga ilusión ver a su niño o niña llevando una vara en un acto público. Para eso te haces una foto y ya está. Cuidado con esto, porque la vara hay que llevarla los 365 días del año y cuando alguien no está muy seguro del lugar que va a ocupar, los 365 días multiplicados por 6 años, que actualmente dura nuestra legislatura, se convierten en muchos días en los que la carga de la vara se hace insoportable, y comienza el aburrimiento, la dejadez y el abandono del cargo, fastidiando y poniendo barreras a los demás componentes que sí están ahí convencidos de trabajar para que su hermandad crezca cada vez más. Por eso mismo, me reitero en que la hermandad no es un juego, no se puede dejar al azar.


Todo se aprende en la vida, pero hay que ser consciente y darnos cuenta que no se puede alcanzar un nivel superior sin antes haber superado el inferior. De ahí la importancia de la formación de los miembros de junta y de los jóvenes. Formación necesaria para todos los aspectos de la vida, y formación religiosa, algo indispensable para estar en una hermandad, así como las creencias cristianas.


Para pertenecer a una junta de gobierno hay que tener unos conocimientos mínimos sobre el funcionamiento y gestión de la misma, o al menos del cargo que se desempeña. ¿Cómo se aprende esto? Pues evidentemente, participando de forma activa en la vida de la hermandad: en los preparativos, montajes, desmontajes, organizando, etcétera, y por supuesto perteneciendo al grupo joven, formándose en él.
Hemos tenido la suerte, estos últimos años, de contar con un grupo joven trabajador, ilusionado, emprendedor, formado, que con su trabajo, nos han regalado la preciosa estampa que disfrutamos cada 8 de septiembre, así como otras actividades que han realizado. Por supuesto, apoyados por un incansable diputado de juventud que los animaba e ilusionaba cada día, y que ahora puede presumir del buen ambiente que hay entre ellos. Ha conseguido formar a un grupo de jóvenes dispuestos a trabajar para la hermandad, les ha inculcado la unión que debe existir en ella, y ellos han conocido de primera mano el esfuerzo necesario para conseguir las cosas. Estos jóvenes están preparados para abarcar más responsabilidades en la hermandad y qué duda cabe que en ellos está el futuro.


Los jóvenes juegan un papel fundamental y deben recibir la formación necesaria, para que en los años venideros sean ellas y ellos los que dirijan la junta de gobierno.

María Antonia Núñez Gutiérrez
Candidata a Diputada de Juventud
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2 comentarios:

Yo soy Pastoreño dijo...

Los administradores del blog queremos darte desde aqui las gracias por este maginifico articulo y desearte la mayor suerte del mundo el proximo 21 de febrero, porque sin dudas eres la persona idonea para desempeñar el cargo de diputada de juventud en nuestra Hermandad.
¡¡VIVA LA PASTORA DIVINA!!

Pastor dijo...

Mari Antonia,mi mas sincera enhorabuena por tus palabras