Esta insignia tiene tras de sí una
curiosa historia que la hace singular. Fue confeccionada partiendo del ovalo
pictórico de otra insignia anterior, el antiguo estandarte-guión del Redil Eucarístico,
para el que el artista sevillano Juan Antonio Rodríguez, pintó en la década de
los años 50 del pasado siglo, este bello medallón con la Divina Pastora de
Cantillana. Como quiera que esta insignia fuera habitual en el cortejo de la
romería entre los años de 1956 y 1967, donde era portada a caballo por algún miembro del
Redil Eucarístico, y cuando debido a su deterioro se decidió retirarla del
culto y uso, se prefirió entonces descomponerla
y reutilizar su óvalo central en una nueva insignia para ser llevada a caballo
abriendo el cortejo de la romería.
Así sobre 1968 se estrenó un nuevo guión, en
terciopelo verde y a modo de pequeño estandarte recogido, siguiendo las
características del anterior, y con la
pintura de la Divina Pastora al centro rodeada de unos antiguos bordados en
hojilla, con formas vegetales, procedentes de una vieja toca de encajes de la
Virgen, el mismo fue ejecutado por José González Villarreal y Dolores Gata Baño.
Se le confeccionó una vara de metal plateado toda repujada, rematada por cruz y
desde entonces se ha venido utilizando ininterrumpidamente en el cortejo romero
de cada final de septiembre, y como insignia corporativa de la hermandad en
algunas representaciones fuera de la localidad.
En 2001, con motivo de la preparación del
L aniversario de la Romería Pastoreña, y del 50º camino a Los Pajares, la junta de gobierno presidida por Antonio Castaño,
decidió la restauración de esta insignia y su pasado a un nuevo tejido. Se
mantuvo el color verde originario, pero más claro, aunque se prefirió un
damasco en vez del terciopelo. Se corrigió el dibujo del bordado, que se
presentaba algo desordenado e incoherente, se limpió y restauró el mismo, así
como la pintura al óleo. Los trabajos de
pasado al nuevo tejido y restauración del bordado fueron llevados a cabo en el
taller cantillanero de José Benito Molero López. También
se plateó la vara repujada y finalmente se le confeccionó una cinta con los
colores nacionales de España, y la leyenda bordada: Romería Pastoreña, 1952-2002. Este proceso de renovación de la
insignia, no sólo la puso en valor sino que le confirió su característico y
señero aspecto actual.
Con este guión, con características de
estandarte corporativo, asistió la hermandad corporativamente representada a
numerosos actos públicos, litúrgicos y procesiones. Con él se participó entre
muchos otros, en la Coronación Canónica de la Esperanza de Triana, en 1984; en
2002 presidió como Testigo de Honor, los actos en la catedral de Sevilla del CC
aniversario de la imagen de la Divina Pastora de Capuchinos; y en 2005 asistió
a los del XV aniversario de la Coronación de la Virgen de Aguas Santas de
Villaverde.
En numerosas ocasiones ha servido también
de emblema a los miembros de los distintos Grupos de Jóvenes Pastoreños de la
hermandad, en su participación en actos y cultos invitados por otras
hermandades o instituciones.
Así mismo, el Guión de la Romería, estuvo
presente en el brillante acto de exaltación de la romería de la Divina Pastora
de Cantillana celebrado en la Capitanía General del Ejército (Plaza de España),
en Sevilla, pronunciado por Enrique Casellas el año 2003. Ha sido mostrado en
diversas exposiciones de nuestro patrimonio, como las celebradas en la Casa de
la Provincia de la Diputación de Sevilla en los años 2001 y 2003, en la edición
de MUNARCO en 2004 y en otras.
Especialmente romera, esta insignia,
portada a caballo en la mañana de la romería es una estampa llena de emotivos
recuerdos, como lo son las fotos de tantos y tantos pastoreños que
acostumbraban a fotografiarse con ella en el interior de la ermita para dejar
constancia gráfica de cada romería, en una práctica hoy en desuso. Por ello,
cuando en septiembre de 2001 se celebraba el 50º camino o peregrinación a Los
Pajares y se iniciaba el L aniversario de nuestra grandiosa romería, no se
encontró mejor cartel para anunciar la efemérides, que el óvalo de la Divina
Pastora, pintado por el sevillano Juan Antonio Rodríguez Hernández, que preside
esta insignia, centrando un fotomontaje con instantáneas de la primera romería.
Su presencia en el cortejo romero es una constante casi desde su inicio, como
lo son la veces que lo empapó la lluvia que tan asiduamente también, acompañó
durante su historia a la simpar romería pastoreña.
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