En esta fotografía de 1910 vemos a nuestra Pastora en su camarín
luciendo una larga toca que aun se conserva y de la que llama la atención los
dos grandes picos que caen hasta las rodillas. En el camarín se observa las imágenes
desaparecidas del Divino Pastor y de San Miguel, así como las antiguas ovejas.
Las pinturas son las de Ricardo López Cabrera de 1901 y curiosamente la Pastora
no tiene detrás ningún árbol como es habitual en la actualidad.
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