Esta es la representación pictórica más conocida y reproducida de la Divina Pastora de Cantillana. Se trata del lienzo que preside el retablo de la Ermita que en su honor fue erigida entre 1956 y 1960.
De su ejecución se encargó el conocido pintor sevillano Juan Antonio Rodríguez Hernández, que había ejecutado otros años antes otro cuadro de la Pastora de similares características formales pero en formato más pequeño, por encargo del ejemplar Pastoreño y por entonces presidente del Redil Eucarístico y de la Junta pro-Ermita, Baltasar Morejón Fernández (q.e.p.d), quien curiosamente promovió la realización de este que nos ocupa y que regaló en nombre de su madre, Matilde Fernández, viuda de Morejón. Las dimensiones del lienzo cuya parte superior remata en forma semicircular, son de 169 x 123 cms., de manera que las medidas de la Virgen se corresponden exactamente con las medidas de la Imagen o modelo original.
Para su ejecución, el pintor improvisó su estudio en la parroquia, al pie del camarín donde se venera a la Divina Pastora Cantillanera, ante la cual trazó los esbozos y líneas generales de la composición y de la figura que intentan reproducir de la manera más fidedigna las características y el colorido de la Imagen en su entorno del camarín. Así de lograda, la obra se presentó a los fieles y se bendijo en la Romería de 1959, en una ermita aun en obras y sin retablo barroco que un año más tarde la enmarcaría definitivamente. La figura de la Virgen aparece en el centro, rodeada por los elementos característicos (oveja, almendro…) y el pintoresco paisaje en el que se integra magistralmente gracias al colorido de su ropaje y a la simplificación de los detalles ornamentales de la talla, como los aderezos y estofados de las telas. Se muestra destocada del sombrero, que aparece a sus pies y portando el báculo de plata dorada.
A su derecha se representa la Imagen encantadora del Divino Pastorcito ataviado con pellica y zahones de cuero y llevando el cayado con flores en la mano derecha y espigas de trigo en la izquierda. En un plano más alejado y al otro lado de la Virgen se representa la figura de San Miguel, el mayoral de la grey, reproduciendo curiosamente la antigua Imagen del arcángel que perdió la Hermandad en la guerra civil, por lo que el pintor tuvo que recurrir a fotografías anteriores a 1936 para plasmarlo en el cuadro.
Una bellísima pareja de ángeles portando flores y la leyenda con palabras del salmo 79: “Nosotros somos ovejas de su rebaño”, remata la parte superior adaptándose al medio punto.
La única vez que esta pintura ha salido de la Ermita fue en abril de 2001 con motivo de la exposición Pastora de Cantillana, 50 romerías, celebrada en la Casa de la Provincia de Sevilla con motivo del L aniversario de la Romería.
De su ejecución se encargó el conocido pintor sevillano Juan Antonio Rodríguez Hernández, que había ejecutado otros años antes otro cuadro de la Pastora de similares características formales pero en formato más pequeño, por encargo del ejemplar Pastoreño y por entonces presidente del Redil Eucarístico y de la Junta pro-Ermita, Baltasar Morejón Fernández (q.e.p.d), quien curiosamente promovió la realización de este que nos ocupa y que regaló en nombre de su madre, Matilde Fernández, viuda de Morejón. Las dimensiones del lienzo cuya parte superior remata en forma semicircular, son de 169 x 123 cms., de manera que las medidas de la Virgen se corresponden exactamente con las medidas de la Imagen o modelo original.
Para su ejecución, el pintor improvisó su estudio en la parroquia, al pie del camarín donde se venera a la Divina Pastora Cantillanera, ante la cual trazó los esbozos y líneas generales de la composición y de la figura que intentan reproducir de la manera más fidedigna las características y el colorido de la Imagen en su entorno del camarín. Así de lograda, la obra se presentó a los fieles y se bendijo en la Romería de 1959, en una ermita aun en obras y sin retablo barroco que un año más tarde la enmarcaría definitivamente. La figura de la Virgen aparece en el centro, rodeada por los elementos característicos (oveja, almendro…) y el pintoresco paisaje en el que se integra magistralmente gracias al colorido de su ropaje y a la simplificación de los detalles ornamentales de la talla, como los aderezos y estofados de las telas. Se muestra destocada del sombrero, que aparece a sus pies y portando el báculo de plata dorada.
A su derecha se representa la Imagen encantadora del Divino Pastorcito ataviado con pellica y zahones de cuero y llevando el cayado con flores en la mano derecha y espigas de trigo en la izquierda. En un plano más alejado y al otro lado de la Virgen se representa la figura de San Miguel, el mayoral de la grey, reproduciendo curiosamente la antigua Imagen del arcángel que perdió la Hermandad en la guerra civil, por lo que el pintor tuvo que recurrir a fotografías anteriores a 1936 para plasmarlo en el cuadro.
Una bellísima pareja de ángeles portando flores y la leyenda con palabras del salmo 79: “Nosotros somos ovejas de su rebaño”, remata la parte superior adaptándose al medio punto.
La única vez que esta pintura ha salido de la Ermita fue en abril de 2001 con motivo de la exposición Pastora de Cantillana, 50 romerías, celebrada en la Casa de la Provincia de Sevilla con motivo del L aniversario de la Romería.
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Luis Manuel Lopez Hernandez
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