Fuente inagotable de inspiración de pintores, escultores,
ceramistas, escritores, poetas, predicadores…
es la Divina Pastora cantillanera, su peregrina imagen ha sido y sigue siendo
repetida hasta la saciedad, evidenciando de alguna forma la enorme popularidad
y devoción de la que goza.
Fernando Aguado es uno de los más conocidos artistas
actuales en el panorama de la Imaginería Sevillana, autor de numerosas imágenes
como algunas del misterio de la Borriquita de Sevilla, tras su reciente restructuración,
diseños, pinturas e incluso carteles como el de las Glorias de Sevilla de 2010
o el editado por el programa de Semana Santa de Sevilla TV, con motivo del L
aniversario de la Coronación Canónica de la Esperanza Macarena.
La obra que nos ocupa se encuentra en la casa de la familia Palma Vega, de la aldea de la Divina Pastora, siendo ejecutada en el 2006 como obsequio del artista y su hermana Rocío a esta familia en gratitud por las deferencias de esta a los hermanos Aguado durante la romería del año anterior. Se
trata de una bella acuarela de la Pastora de Cantillana, que aparece tocada con
el sombrero y con sus joyas características, el fondo de tonos rojos deja
vislumbrar la diadema de oro que le regaló en 1929, Doña Pastora Solís Villalobos.
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