domingo, 29 de junio de 2014

Hay un caminito (fandangos)


Hay un caminito que llega hasta el cielo
y en un rinconcito de mi blanco pueblo
en el tengo puesto mis ojos de niño
yo soy pastoreño desde que he “nacio”.

Me sobra a mí el mundo entero
cuando te tengo delante,
solo con mirar tu pelo
se me nubla a mí el semblante,
de tanto como te quiero.

Se me nublan los "sentios"
cuando te miro a la cara
y este cariño mío
es como un fuego que no apaga
ni las aguas de los ríos.

Ese rayito de luna
quisiera ser “maré mía”,
y en una noche de invierno,
para alumbrar tú figura
con la luz del sentimiento.


El camarín de tu Iglesia
es lo más bello del mundo,
es un trocito de gloria
llevamos los pastoreños
metió en la memoria.

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