lunes, 6 de mayo de 2013

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Esos son los imprescindibles


En estos días, en los que tantas conversaciones se cruzan a nuestro alrededor, tantos comentarios y algún que otro disparate, parece adecuado alejarse de tanta mediocridad y dedicar unas muy merecidas líneas a un hermano nuestro, en el que la lucha y el servicio a los demás le han caracterizado durante su vida laboral y personal. La sencillez y el trato igualitario a todas las personas, han sido otras de sus virtudes, así como la honradez y seriedad en el quehacer diario. Pero por encima de estas cualidades, lo que más destaca en su vida es, el amor a la Divina Pastora. Amor que no se traduce por meras conversaciones

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8 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso este articulo de ace tres años que nos haceis recordar hoy, tres años despues debemos de seguir agradecidos a este hombre, gran pastoreño que supo hacer tanto por la hermandad.

Anónimo dijo...

Fue un hermano mayor irrepetible, pasó a la historia.

Anónimo dijo...

Hace 3 años también le rendía un meresidisimo homenaje el pueblo pastoreño, precisamente el día 8 de este mariano mes, por su entrega, su dedicación y su ejemplar forma de llevar esta nuestra Hermandad. Como bien han puesto anteriormente, un hermano mayor único e irrepetible, que ademas consiguió tantos logros para la Pastora de nuestros amores.

Mª Antonia. dijo...

¡¡¡Que alto dejaste el listón, Castaño!!!

Nada comparable....

Gracias de corazon de todos los pastoreños, que tanto te debemos.

Anónimo dijo...

Durante el mandato de Antonio Castaño, la hermandad de la Pastora vivió una época dorada. La institución se democratizó y se abrió al pueblo, puesto que del pueblo viene y al pueblo se debe. Le dedicó su juventud y toda su madurez, al fin y al cabo toda su vida puesta al servicio de su hermandad sin perseguir nada a cambio, lo cual es digno de elogio. Tanto lo queremos que el dia de la romería desde el coche de caballos de mis amigos, aun seguimos cantando la graciosa sevillana que dice así: "Tenemos una primicia y os la vamos a decir, hemos hablado con Castaño y nos ha dicho que sí: que son tres días, que son tres días que nos vamos a los pajares de Romería".

Anónimo dijo...

Despues de los doce años mas brillantes de nuestra historia solo me queda decir con muchisimo orgullo: VIVA LA PASTORA DIVINA!! VIVA CASTAÑO!!! ojala hubiera muchos como el.

Anónimo dijo...

Jesús Barrera Delgado dijo.... Personas que dejan y dejaran para siempre huellas, Por que hablar de Antonio Castaño Villalón, es inevitablemente relacionarlo con la hermandad de la Divina Pastora de sus amores,devoción por la que ha sentido y siente verdadera pasión totalmente desinteresada,y a la pue le dedico practicamente toda su vida, desde muy joven hasta que hace pocos años,ceso su mandato como el hermano mayor mas entrañable,que nunca tuvo la hermandad de la Pastora, ni lo tendra. Por eso el pueblo pastoreño le rindiera un merecidísimo homenaje como jamás se hiciera antes algo ni parecio,en agradecimiento por el servicio prestado a nuestra institución durante mas de 50 años. Por su caballerosidad y su caracter amable, todos los pastoreños que en algun momento tuvimos que dirigirnos a él para resolver lo que otros por sus complejos y prepotencia, eran incapaces de hacerlo, acudiamos a este gran hombre por que siempre tuvo el don de la umildad, la cordialidad, respeto, tolerancia,y sobre todo nunca tuvo complejos a la hora de empatizar con el hermano y ponerse en su lugar. Valores todos estos que siempre admirabamos de él, y gracias a Diós y a su bendita madre la Pastora Divina lo seguimos admirando. En estos momentos de su vida, disfruta de una felíz ancianidad junto a su familia y a los cientos de pastoreños que siempre lo quisimos y lo queremos de verdal, escuchandos sus innumerables anécdotas y curiosidades de la hermandad,recopiladas en su perfecta memoria, y que son todo un placer de oirlas. Termino tatareando la copla que tanto te gusta, !!Pastora fiel echizo de mis ojos!!

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Jesús. Es unico, un pastoreño de los pies a la cabeza como pocos, entregado por completo al servicio de la Hermandad. Hermandad que ha defendido con uñas y dientes pensando siempre en lo mejor para la misma. ¡Viva Castaño!