jueves, 18 de abril de 2013

Llegada de la restauración.



En 1978, la Imagen de la Divina Pastora fue intervenida en los Reales Alcázares de Sevilla por Peláez del Espino, el pueblo vivió intensamente este proceso y la Divina Pastora fue recibida de forma apoteósica en la Plaza del Llano en el mes de febrero. El emotivo instante lo capta la fotografía que traemos a la sección de Memoria gráfica  La Virgen fue colocada en un estrado sobre su peana de plata que puede observarse antes de la remodelación con un centro de flores en su interior. Antonio Solís y el Padre Rejos la descubren ante la abarrotada plaza que la aclama con infinidad de piropos y vivas. Junto a la Imagen de la Pastora, también está el entonces párroco de Cantillana, Don Enrique Carrasco Zamudio, se puede ver que en todos los balcones y azoteas no cabe un alfiler, todo el pueblo se congregó para recibir a la Virgen. 

Seguidamente fue trasladada a hombros de sus hijos por las calles Real y Cardenal Spínola hasta la Parroquia. En el recorrido que fue alfombrado de romero y con balcones engalanados, empezó a lloviznar pero no impidió que los cantillaneros acompañaran a su Pastora hasta su casa, después de los largos días de ausencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fué una jornada inolvidable, unos momentos llenos de emoción y alegría, y como no podía ser de otra manera, nos llovió, pero como muy bien dice el artículo, no impidió que los pastoreños difrutásemos unidos en torno a nuestra Madre bendita.