viernes, 31 de agosto de 2012

Por fin ya llegó septiembre, Pastora mía


Felicitémonos todos, un año más, por la llegada del ansiado mes de Septiembre, un mes vital para la vida del pastoreño. Una vez más hago un llamamiento a todos los hermanos y devotos a su participación masiva en el traslado, cultos y rosarios como lo venimos haciendo desde pequeños. Olvidémonos por unos días del drama que vive nuestra Hermandad y pongamos ilusión a la desilusión, animo al desánimo, y encanto al desencanto.
Recordemos que esta situación, que no deja indiferente a nadie, es incomoda y desagradable para todos, por lo que invito a no tener ojos ni oídos para lo superfluo, sólo la mirada y la mente puesta en la Virgen que un día, en nuestra ya lejana niñez, descubrimos que nos había robado el corazón, quedando gustosamente atrapados para siempre en las redes de su divino pastorado.

Quedémonos con el recuerdo, no muy lejano, de cuando nuestra hermandad era una gran familia y de los innumerables y brillantes momentos vividos y que nuestras retinas captaron, permaneciendo para siempre en la memoria de todos los pastoreños hasta el día de su muerte, tales como traslados, cultos, procesiones, Martin Rey, rosarios, romerías, besamanos, aniversarios, predicadores, grandes estrenos, coplas, marchas, sevillanas, luces, adornos, atuendos, agua, calor, aromas o sabores. Quedémonos también con el testimonio de tantas personas que fuimos conociendo con el paso de los años, de las que ya muchas, desgraciadamente, no se encuentran entre nosotros, pastoreños y pastoreñas de verdad, honrados y sinceros que siempre abanderaron el amor desinteresado a la Divina Pastora y a su Hermandad y que tantos valores nos enseñaron y aprendimos de ellos, marcando incluso parte de nuestra personalidad y del carácter que hoy poseemos.
Sobretodo quedémonos, y nunca olvidemos ni perdamos el compromiso de trasmitírselo a nuestros hijos y nietos para que ellos a su vez se lo trasmitan a los suyos y para que ninguna generación presente o futura  se llame a engaños, el saber que todos y cada uno de los pastoreños y pastoreñas son los únicos y verdaderos dueños y herederos de la devoción, la hermandad y de la imagen de nuestra celestial Pastora, que jamás perteneció, pertenece ni pertenecerá a nadie en concreto.

También, por último, quedémonos muy especialmente con todos los hermanos de nuestra hermandad, amigos y familiares que aún permanecen a nuestro lado, que jamás nos defraudaron y de los que a través de la coherencia de sus obras y su valentía, seguimos aprendiendo una devoción sincera y un amor incondicional a la Pastora de nuestras almas.

¡VIVA LA PASTORA DIVINA!
¡VIVA EL MES DE LOS PASTOREÑOS!
¡VIVA LA DIVINA PASTORA!

Jesús Barrera Delgado

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso articulo, Jesús, palabras que salen del corazón, que pasemos un mes de Septiembre único junto a nuestra Pastora.

Anónimo dijo...

Cuanta verdad dicen estas palabras, VIVA NUESTRA PASTORA DIVINA, VIVA NUESTRA PASTORA DIVINA VIVA NUESTRA PASTORA DIVINA

Anónimo dijo...

Ai se habla! enorabuena por tu valentia Jesús.

Anónimo dijo...

Te felicito por trasmitirnos tu sentimiento y tu pastoreñismos con estas bellas palabras, esperamos que el mes que acabamos de recibir, el mas importante del año para nosotros, llegue cargado de ilusiones y esperanzas, y la Divina Pastora escuche nuestras suplicas. Que orgullosa y satisfecha tiene que estar tu madre con un pastoreño como tu, con tanta valentía y tanto coraje para que la Pastora siempre tenga lo mejor. Enorabuena!

Anónimo dijo...

Que articulo mas sentido. Viva la Pastora Divina

Anónimo dijo...

Simplemente la verdad

Anónimo dijo...

Enorabuena Jesus, por tu claridad, y por decir tu opinion publicamente, al igual que tu, le deseo a todos los pastoreños que viva nuestras fiestas grandes llenandonos de alegria junto a la Pastora de nuestras almas.

Anónimo dijo...

Estas palabras son el sentir de muchos pastoreños y pastoreñas. Nuestra Devoción está por encima de todo, y eso sí nos pertenece a cada uno de nosotros, VIVA LA PASTORA DIVINA.

N.R.Sanz

Anónimo dijo...

Si que tienes razón, la herencia más grande que tenemos es ella.Viva la Pastora divina!

Amalia dijo...

Se puede decir más alto, pero más claro..., imposible.

Anónimo dijo...

Lo que muchos piensan pero pocos se atreven a decir...

Gracias Jesus, pastoreño de verdad y con valentia para denunciar las cosas que estan mal, aunque te duela, que se que te duele más que a nadie tu hermandad.

Muchas veces hay que ser críticos y decirlo publicamente si se quiere que la hermandad sea como tiene que ser.