Al regresar la romería, el Padre Claudio dirigió unas palabras debajo del retablo de cerámica de la parroquia que aquel mismo año, el 8 de septiembre, fue bendecido. Tras el chaparrón caído, explico que la semilla tenía que ser regada para que llegara con el tiempo a ser árbol grande. En la fotografía vemos este momento tan recordado por aquellos que lo vivieron, detrás del Padre Claudio vemos a caballo a Mercedes Tirado y Antonio Conde, a la derecha José Lozano, Paco Arias y María Pino. Abajo a la izquierda, la niña Pastora Marroco.
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