sábado, 5 de noviembre de 2011

La Parroquia Pastoreña (XI)

Epílogo


Cuando nos propusieron la publicación en la revista de las fiestas mayores, de una serie de artículos en los que se narraran la historia, el patrimonio y las anécdotas más destacadas sobre la parroquia de Cantillana, por ser origen y epicentro de nuestras más señeras fiestas, elegimos un título que define a la perfección no solo nuestras intenciones sino la realidad de la que derivan. La parroquia pastoreña no sólo es una cadena de crónicas que desglosan hechos históricos, datos reales e inventarios artísticos sobre “la parroquia más pastoreña del mundo”, como bien decía el que fuera uno de sus párrocos, Enrique Carrasco Zamudio, sino que es la definición más contundente, la más precisa que se nos ocurre para distinguir a la iglesia mayor de esta villa.


El templo y la sede parroquial a la que acoge, tienen de entre todas sus características una, tan destacada que nubla cualquier otra: ser centro y baluarte de la devoción a la Divina Pastora y de todos los acontecimientos que en torno a Ella se han sucedido en los tres últimos siglos. En la parroquia se inició y perpetuó el culto y devoción a la Pastora, se fundó su hermandad, se custodian y veneran, desde el principio, su peregrina imagen y las históricas insignias, allí se originan y desarrollan las célebres fiestas orgullo de este pueblo, y fue el marco y referente en la escisión que se produjo en el rosario de la Pastora y que origino la fundación de otra hermandad iniciándose así una rivalidad que cambiaria y ha marcado durante siglos la vida de la parroquia y del pueblo… ¿Cabe mayor pastoreñismo?

Todos estos aspectos y muchos más, así como algunos momentos álgidos de esa rivalidad Pastora-Asunción que ha tenido como protagonista, en la mayor parte de ocasiones, a la parroquia y templo parroquial, reivindicada por unos y anhelada por otros, son los que se han ido desarrollando a lo largo de 10 capítulos que han logrado reabrir un debate interesante.

Muchos de los tabúes de la historia devocional de Cantillana se han roto y puesto sobre la mesa para que se puedan seguir estudiando con más profundidad y con el rigor y seriedad que requieren, sin el ocultismo y la deformación histórica que hasta ahora los había acompañado y de los que tristemente hacen gala aún algunos desorientados y foráneos carentes de formación y experiencia al respecto.
Para hablar de la parroquia de Cantillana hay necesariamente que hablar de la Pastora y para hablar con propiedad de la Pastora y de todo lo que aquí la rodea, hay necesariamente, si se quiere ser riguroso, que hablar de otras muchas cosas, que han emanado de la Pastora y se han desarrollado a la par o cuyas consecuencias le afectan directamente. Nos gustará más o menos, pero ha habido que referirse a ellas en estos artículos con nombre y apellidos, más por deseo expreso de la historia que de los autores.

En definitiva se trataba de combatir algunas ideas y afirmaciones erróneas, que incluso se han publicado y que no se ajustaban a la realidad histórica; se trataba de reunir todos los datos que se tienen y configurar un relato ameno y claro. Había quienes tenían una versión de la historia de nuestra iglesia adulterada por sus propios intereses, había quienes desconocían hasta lo más primordial, había también, quienes no sabían del tema más que lo que determinados irresponsables, les han estado contando, sin el más mínimo rigor y ni tan siquiera verosimilitud. A todos ellos iba dirigida nuestra historia y me consta gratamente que a ninguno ha dejado indiferente.


La Imagen de la Divina Pastora, principal referente
devocional de la Parroquia y del pueblo de
Cantillana, venerada desde 1720 en el templo parroquial.
 Como resumen y conclusión hemos elaborado un eje cronológico con los acontecimientos y fechas más destacadas acompañados de la bibliografía y documentación y, finalmente, se añade la reproducción de algunas partes significativas del último gran decreto del Arzobispado de Sevilla sobre la parroquia de Cantillana, zanjando a petición de las hermandades afectadas distintos temas que se han tratado aquí durante los últimos capítulos.


Eje cronológico de las fechas más importantes de nuestra parroquia:


1247. Las tropas de Fernando III, el Santo, conquistan la Villa a los moros, y el rey la entrega la villa a la orden de Santiago primero y más tarde al Arzobispado de Sevilla.

1252. La villa de Cantillana es la primera propiedad con la que la corona dota a la iglesia Hispalense.

1261. La villa está ya repoblada.


1285. El reparto de bienes entre el cabildo de la catedral y el arzobispo otorga a este la villa de Cantillana. Los arzobispos sevillanos serán los señores de la Villa hasta el tercer cuarto del siglo XVI. Es de suponer que en estos momentos se establece con normalidad el culto cristiano y se erige el primer templo al que en documentos posteriores se le denomina iglesia de los arzobispos.



1476. De esta fecha es el primer dato histórico que conocemos sobre la parroquia de Cantillana. En el documento se dice que Alonso Pérez de Guzmán fue absuelto en la parroquia de Cantillana de unas censuras eclesiásticas pronunciadas contra él.



1520. Aproximadamente en esta fecha se arruina la antigua iglesia de los arzobispos por un corrimiento de tierras debido a una crecida del Guadalquivir.



1555. Comienzan las obras para la construcción de un nuevo templo parroquial. Quedaron paralizadas durante años, debido principalmente al cambio de dueño de la Villa.



1574. Una Bula Papal permite a Felipe II vender algunos señoríos de la Iglesia entre ellos Cantillana. El rico comerciante corzo, Juan Antonio Vicentelo de Leca, compra la villa y se convierte en su nuevo señor, finalizando el señorío eclesiástico. Los Vicentelo serán desde este momento los verdaderos mecenas de la construcción del nuevo templo.



1611. Un nieto del corzo, Juan Vicentelo de Leca y Toledo, recibe el título de Conde de Cantillana por merced de Felipe II. Su escudo de armas decorará la bóveda de la capilla mayor de la parroquia de la que serían patronos los condes.



1619. Se reanudan las obras según el proyecto del maestro mayor del arzobispado Diego López Bueno. Planta basilical con tres naves separadas por grandes arcos de medio punto.



1650. Sobre esta fecha las obras de la iglesia se hallan concluidas a falta de la torre. Aún no tiene retablos ni siquiera el altar mayor, que se decora con pinturas murales y algunas imágenes. Entre ellas encajamos a la famosa Virgen de la Granada, datada en el segundo cuarto del siglo XVI por el profesor Hernández Díaz.



1687. Se comienza a construir a expensas de los vecinos el antiguo retablo mayor, obra de Bernardo Simón de Pineda, que sería destruido casi por completo en 1936.



1698. Se concluye la obra del retablo mayor, aunque tardará un siglo en dorarse.



1720. Se establece en la parroquia el culto a la Divina Pastora de las Almas y se funda su hermandad o rosario por Fray Isidoro de Sevilla, capuchino pariente de los Condes de Cantillana, impulsores igualmente de esta nueva devoción. De esta fecha son la bella imagen atribuida certeramente a la gubia de Ruiz Gijón y el Simpecado fundacional, que desde entonces se custodian y veneran en este mismo lugar.



1784. Comienzan importantes obras en la parroquia sufragadas por el cardenal Solís. Se construye la torre de traza neoclásica por el arquitecto Diego Antonio Díaz.



1790. Finalizan las obras y se termina el dorado completo del retablo mayor por el maestro dorador Diego Rodríguez.



1800. La amenaza de la célebre epidemia de fiebre amarilla que azotó Cádiz y Sevilla hizo que se organizaran rogativas y saliese de su parroquia el rosario de la Pastora implorando la mediación de la Stma. Virgen. Cantillana se libró y en agradecimiento se inicia la confección de un nuevo Simpecado de la Divina Pastora para el rosario, por estar ya muy deteriorada la insignia fundacional.



1801. Se funda en la parroquia una cofradía de San Roque, cuya imagen se veneraba en el altar mayor, con su fiesta el 16 de agosto y posterior novena.



1804. A razón de la confección del nuevo Simpecado de la Pastora se produce en el seno del rosario pastoreño una controversia que acabará produciendo la escisión de algunas hermanas, que apoderándose del nuevo Simpecado, fundan otro rosario similar bajo el título de la Asunción con la intención de erigirse en la parroquia. La autoridad eclesiástica se lo denegó, estableciéndolo en San Bartolomé.



1805. Se inician los trámites para la aprobación de las reglas de los rosarios de la Pastora y la Asunción. La tradición y costumbre habían regido hasta ese momento el antiguo rosario pastoreño.



1807. Se produce la definitiva aprobación de las reglas de ambas corporaciones, primero la de la Pastora, el 11 de abril y varios meses después las del segundo rosario.



1848. Por esta fecha llega a la parroquia la imagen de la Asunción, que fue colocada en el retablo mayor en una pequeña hornacina situada encima del manifestador o trono del Stmo. Sacramento (Su Divina Majestad), que hasta entonces había ocupado la imagen de la Virgen de la Granada (relegada entonces a un pequeño retablo a los pies del templo). Según testimonios del periodista local Manuel Naranjo la imagen de la Virgen asunta procedía de Carmona y perteneció a una iglesia jesuita donde formaba parte del alto relieve de un retablo. Otra versión la considera procedente de la Iglesia dominica de Regina, de Sevilla.



1850. Se producen graves incidentes entre las hermandades de la Pastora y Asunción llegando el arzobispado a suspender ambos rosarios durante 10 años. Ya por estas fechas se efectuaba la procesión con la imagen de la Divina Pastora el día 8 de septiembre que nunca se suspendió.



1900. El arzobispo de Sevilla, Marcelo Spínola, asiste a las fiestas pastoreñas los días 7,8 y 9 de septiembre y preside la función principal. Tras la visita, autoriza la construcción del camarín de la Pastora y la Hermandad lo nombra Hermano Mayor Perpetuo cargo que ejerció efectivamente hasta su muerte.



1936. Fecha negra en la historia de la Parroquia Pastoreña. En el contexto de la guerra civil el templo fue saqueado y profanado por republicanos y revolucionarios anticlericales, se perdió la mayor parte del patrimonio artístico y devocional atesorado durante siglos. Se salvaron providencialmente el Stmo. Sacramento y las imágenes de la Pastora y la Asunción que fueron ocultadas prudentemente. Fiel a su cita anual del 8 de septiembre, la Divina Pastora sería aquel verano la única que salió en procesión.



1937. Comienza la restauración del templo y reposición de altares. El arzobispado autoriza el traslado de varias piezas desde Carmona entre ellas el retablo mayor y cuatro ángeles lampareros de la iglesia de Santa Ana para sustituir al destruido aquí. También se traen de esa ciudad, el retablo del sagrario, un órgano, una Inmaculada y algunos objetos más. Actúa de delegado parroquial para la supervisión y trámites del traslado y montaje José Arias Olavarrieta, siempre en nombre de la iglesia, que es quien lo autoriza, nunca en nombre de ninguna hermandad como se ha pretendido hacer ver a posteriori. Históricamente podemos corroborar que no se compró ni se vendió nada. Por pura lógica, la Iglesia, propietaria universal de todos estos bienes, sólo autorizó su traslado de un sitio a otro. También se trasladarían para reponer la parroquia todos los retablos del extinguido convento de San Francisco, de Cantillana.



1938. Para devolver al culto a la Divina Pastora se restauran las pinturas del camarín y se construye un retablo provisional.



1940. En esta década la imagen de la Asunción es sometida a una profunda remodelación fruto de la cual es el aspecto general que presenta en la actualidad, con una policromía nueva muy rica.



1944. Se funda en la parroquia el Redil Eucarístico de la Divina Pastora, apéndice de la antigua hermandad de señoras, que permitirá la incorporación de los varones a la congregación.



1955. Culmina el proceso de restitución de retablos con la colocación en el camarín de la Pastora del antiguo retablo, restaurado y ampliado, del convento de San Francisco de Cantillana, obra en torno a 1600 del círculo de Felipe de Rivas, otorgado a la hermandad por el arzobispado.



1970. En la parroquia se celebran brillantes actos conmemorativos del 250 aniversario de la hermandad pastoreña, con asistencia de varios prelados, entre ellos Bueno Monreal, Cardenal de Sevilla, el 8 de septiembre.



1990. Terminan las importantes obras de restauración de las cubiertas de la iglesia que obligaron a cerrar el templo durante algo más de un año. La ermita de la Soledad, patrona de Cantillana, fue la sede de la parroquia en ese intervalo. Era párroco entonces Manuel González Martín, fallecido en 2006, que fue ejemplar en muchos aspectos, principalmente en la defensa del ámbito parroquial y su patrimonio frente a quienes pretenden continuamente monopolizarlo.



1995. El catedrático de restauración de la universidad de Sevilla, Francisco Arquillo, restaura la imagen de la Divina Pastora. Se celebra ese año el 275 aniversario fundacional de su hermandad. El Arzobispo de Sevilla preside la función conmemorativa. Otros prelados, como en 1970, participan en la efemérides.



1999. El 14 de agosto se volvieron a producir graves y sonoros incidentes por la polémica colocación del paso de la Asunción delante del altar de la Pastora. El motivo de la discordia, a pesar de lo ocurrido, continúa, poniendo en evidencia a sus responsables.



2003. Se celebró por todo lo alto en la parroquia y en la localidad el tricentenario de la advocación de la Divina Pastora. El Arzobispo de Sevilla envió al Vicario General en representación suya a oficiar la solemne función principal del 8 de septiembre.




Bibliografía general

-Archivo general del Arzobispado de Sevilla. Sección de hermandades y cofradías.

-Archivo de la hermandad de la Divina Pastora de Cantillana.

-Archivo Municipal de Cantillana.

-Archivo fototeca de la Universidad de Sevilla.

-GARCÍA BENÍTEZ, ANTONIO. Los manuscritos perdidos y hallados en Palacio. Sevilla 1984.

-HERNÁNDEZ DÍAZ, JOSÉ Y SANCHO CORBACHO, ANTONIO. Edificios religiosos y objetos de culto saqueados y destruidos por los marxistas en los pueblos de la provincia de Sevilla. Junta de cultura histórica y tesoro artístico, 1937, Sevilla.

-NARANJO RÍOS, MANUEL. La Asunción de Cantillana. Sevilla 1984.

-CARRERES, JOAN. Santuarios Marianos de Andalucía Occidental. Encuentro Ediciones. Madrid, 1992.

-VARIOS. Selecciones... Patronas de España en blanco y negro (XXVI). Artículo de la web La Hornacina.

-PINEDA NOVO, DANIEL. Historia del Condado de Cantillana y de la Hermandad de la Divina Pastora. Sevilla 1970.

-DE LA HERA SÁNCHEZ, JOSÉ MARÍA. De la historia de la Hermandad. Cantillana y su Pastora, revista anual de sus fiestas mayores. Nº 3 al 11.

-DURÁN GALLARDO, FRANCISCO MANUEL. Para que perpetuamente esté en él la Divina Pastora. Cantillana y su Pastora, revista anual de sus fiestas mayores. Nº 6.

-VARIOS. Arte Hispalense: revista histórica, literaria y artística. Sevilla Diputación Provincial de Sevilla. nº 237. Año 1995.

-VARIOS. Cantillana. Cuadernos de historia local. Ayuntamiento de Cantillana. Números 1-3. Años 1993,1996 y 1997.

Anexo:

Ante algunos acontecimientos ocurridos recientemente en el contexto de nuestra parroquia y para arrojar luz sobre algunas cuestiones puntuales, que parecen ofrecer dudas a determinadas personas y, en todo caso, para aquellas otras que desconozcan lo regulado sobre las mismas y las disposiciones en vigor, publicamos textualmente parte de la Disposición del Vicario General del Arzobispado de Sevilla, don Antonio Domínguez Valverde, de fecha 8 de julio de 1999, que no ha sufrido ninguna modificación posterior y que al respecto dice así: (...)


3.8. Retablo Mayor. No se puede aceptar la petición de reconocimiento de la propiedad sobre el retablo mayor de Ntra. Sra. de la Asunción y otros elementos ubicados en el templo, porque no tiene fundamento jurídico cierto. El retablo no se puede decir que sea propiedad de la hermandad (de la Asunción), porque el Vicario General que autoriza el traslado desde la iglesia de Santo Domingo de Carmona no podía disponer de la propiedad del mismo. Lo que hizo fue depositarlo y trasladarlo a la iglesia parroquial de Cantillana, atribuyendo el uso, que sí entraba en sus facultades. (...)

 
3.9. Imagen de Ntra. Sra. de la Asunción. Como en el caso anterior es este un tema que no se puede tocar sino mediante un juicio con trámite contradictorio. (...) En inventarios parroquiales aparece claramente como bien y propiedad de la parroquia.


4.1. Titularidad de la Parroquia. La titularidad de la Parroquia corresponde a un Misterio de la Virgen: La Asunción a los Cielos, y por tanto no va unida en absoluto a una imagen, o efigie o cuadro especial, sino al misterio que representa. (...)


En el mismo documento se ordena se dé traslado de estas disposiciones al Sr. Cura Párroco y a los Sres. Hermanos Mayores de ambas hermandades. A los mismos remitimos a todas aquellas personas que quieran recabar más información sobre alguno de estos puntos.

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