Durante sus primeros años de sacerdocio es capellán de la Iglesia de la Merced en Sanlúcar de Barrameda. Es nombrado por el Cardenal Lastra párroco de San Lorenzo de Sevilla, y ejerce como tal desde el 17 de marzo de 1871 hasta el 28 de Mayo de 1879. Como capellán en Sanlúcar de Barrameda y luego como párroco de S. Lorenzo en Sevilla, demuestra una entrega incondicional a sus feligreses y dedica su mejor tiempo sobre todo al ministerio de la reconciliación. Nombrado en 1879 canónigo de la catedral de Sevilla, el 6 de febrero de 1881 es elegido obispo auxiliar de la misma arquidiócesis. Promovido obispo de Coria-Cáceres en 1884, desarrolla allí un intenso apostolado. Entre otras cosas visita la zona más deprimida de España, Las Hurdes, situada en su diócesis.
Con Celia Méndez y Delgado, a quien ha conocido en la parroquia de San Lorenzo, Sevilla, funda en Coria la Congregación de Esclavas del Divino Corazón. Es trasladado a la diócesis de Málaga en 1886, y diez años más tarde pasa a ser Arzobispo de Sevilla. Entre otras iniciativas de importante calado social, funda el Correo de Andalucía en 1899. San Pío X le hace cardenal en 1905. El 31 de diciembre de 1905, su Majestad el rey de España, Alfonso XIII, le impone la birreta cardenalicia. Muere en Sevilla el 19 de enero de 1906, a los 71 años de edad.
“Todo el azul de la bahía gaditana llevaba Marcelo Spínola en sus ojos. Toda aquella luz había anidado en su talento. Toda su gracia le había llenado el alma. Allí nació, en San Fernando, el 14 de Enero de 1,835, a las seis de la mañana, cuando el alba empezaba a besar los resoles de la sal” (Francisco Gil Delgado).
Abogado Singular
“El título de abogado de Marcelo Spínola está expedido en Madrid el 6 de octubre de 1856. Lo obtiene tras su examen de licenciatura en la Universidad de Sevilla. Se cierra así una etapa de estudios que había conocido muchos escenarios debido a los destinos de su padre, D. Juan Spínola, capitán de fragata del Real Cuerpo de Artillería de la Armada.” "El bufete del joven abogado conoce dos lugares: Huelva y Sanlúcar de Barrameda. Los necesitados de justicia, sin amparo ni recursos, pronto encuentran en él un defensor de sus derechos que se empleaba a fondo en cada caso y… de forma gratuita.”
Pastor Entregado
Descubre que Dios le llama a algo más que entregar su tiempo, sus conocimientos, su dinero… Quiere entregarse él mismo en totalidad a Dios y a los hermanos. Se ordena sacerdote. Volverá a Sanlúcar de Barrameda, ahora como capellán en lugar de abogado. Más tarde, siendo párroco en San Lorenzo de Sevilla, conocerá a Celia Méndez en sus horas de confesionario. Fundarán la Congregación de Esclavas del Divino Corazón.
Cuarenta y dos años de sacerdocio muy “llenos” forman el recorrido de la vida de Marcelo Spínola, de estos 25 como obispo. Es consagrado obispo en Sevilla el 6 de febrero de 1881. “Todo lo puedo en Él” escribe en su escudo episcopal con la fortaleza de los débiles. Su primera diócesis Coria (Cáceres). A los tres meses de llegar, Spínola se interna en las Hurdes, donde ningún obispo antes se había atrevido a entrar. Allí palpa y trata de aliviar las grandes necesidades de la región.
De allí a Málaga, nueve años. Se enamoró de sus gentes. Llegó a decir: “Málaga fue mi Tabor”. Después Sevilla, principio y fin de trayecto de su vida de pastor. Esta última etapa sevillana está llena de importantes acontecimientos sociales y eclesiales. En todos ellos supo conducirse con sabiduría. Desde la humildad y el amor estuvo “siempre a punto para el bien”.
Un cardenal pobre
Siempre tuvo Marcelo Spínola una clara conciencia de que los bienes son para compartirlos con quienes los necesiten. Así lo vivió desde sus años de abogado como en los de párroco. Todo lo suyo, dinero, cualidades, conocimientos, los empleó en servicio de los demás. Esta actitud se incrementó con los años, al avanzar en responsabilidades y en santidad.
Un hecho ha inmortalizado el amor de Marcelo Spínola para con los pobres: pedir limosna por las calles de Sevilla durante la terrible sequía de 1905. La figura de Spínola mendigando durante seis días por las calles de Sevilla bajo el calor sofocante de agosto causó un impacto tremendo en la sociedad sevillana. Lo llamarán “el arzobispo mendigo”. En Diciembre fue creado cardenal. En su último escrito para el Boletín de la diócesis escribe: “quienes se hallan al tanto de nuestros secretos saben que nuestros bolsillos están exhaustos y algo más que exhaustos”. A su muerte, el 19 de Enero de 1906, había en el palacio 50 duros y bastantes deudas. Para su entierro hubo que vender su biblioteca…
Su secreto: El corazón de Jesucristo
“Hace ya años, cuando elevado a la dignidad episcopal hubimos de escoger, según uso y costumbre, un lema o leyenda para el escudo de nuestras armas, adoptamos aquella frase de san Pablo: “Omnia possum in eo”, Todo lo puedo en Él, refiriéndola al Corazón de Jesús, que pusimos en el centro de dicho escudo.
Era esa frase expresión de un doble sentimiento de nuestra alma: la desconfianza propia, fundada en el claro conocimiento que hemos tenido siempre de nuestra pequeñez, y la confianza en el poder y en la virtud del corazón de Dios, que desde la juventud constituyó nuestra fuerza”.
Sus Inquietudes
La Educación: Marcelo Spinola siente esa sana inquietud por la educación de los jóvenes, de ahí sus esfuerzos por defender la dimensión social de la educación. Crea un colegio parroquial en San Lorenzo.
Siendo ya obispo, funda la Congregación de Esclavas del Divino Corazón “una de sus obras más queridas” para la educación cristiana de la juventud.
Reiteradamente defendió en el Senado la libertad de enseñanza con intervenciones claras y definidas ganándose la admiración y el respeto de sus mismos oponentes. La visión de MS sobre la educación es formar personas responsables, cristianas, ciudadanos y constructores del mundo. Pero para esto lo fundamental es “formar el corazón” . La pedagogía que transmitió a sus Esclavas es la “pedagogía del corazón”.
La prensa: Le preocupa el papel que la prensa comienza a tener en la sociedad. Aspira a que sea una palanca de construcción de los pueblos e informe desde la verdad, libre de todo partidismo político. Con estas ideas funda un periódico El Correo de Andalucía que sale a la calle en Sevilla el 1 de febrero de 1899
Los obreros: Su sensibilidad a esta cuestión la demostró desde sus años de abogado. En Málaga creo círculos de obreros dedicándose a la defensa de sus derechos de un modo generoso. Con sabio equilibrio apoya sus reivindicaciones y alerta de los peligros de la violencia o la fuerza.
Los sacerdotes: La santidad y la cultura de los sacerdotes fue una constante preocupación de MS. Vigila con atención los seminarios, los visita, les predica los Ejercicios espirituales. Estimula la vida de las parroquias y mantiene un trato frecuente, cercano y cordial con sus sacerdotes “El sacerdote ha de estar lleno de Dios; Dios debe ser la luz de su mente, el calor de su corazón, el resorte de sus acciones” “no se le piden sacrificios sino que ha de vivir sacrificado”. Crea una asociación para la formación de los sacerdotes y para ayudarles en sus compromisos que funcionó en Málaga y en Sevilla.
La palabra de Dios: Incansable en la predicación, nunca hablaba sin antes haber preparado lo que decía en la oración y consulta y meditación de las Escrituras.. Para que los pueblos fueran atendidos en la predicación de la Palabra funda una asociación de misioneros diocesanos entre el clero secular. Creo también una asociación de seglares para el fomento de la predicación. Esta obra fue “La Palabra de Dios” fundada en Sevilla en 1902.
Profesó una especial devoción a Jesús del Gran poder y a la Virgen de la Soledad de la Parroquia de san Lorenzo donde ejerció de párroco, igualmente fue un ferviente devoto de la patrona, la Virgen de los Reyes, siendo promotor de su coronación canónica en 1904, la primera que tuvo lugar en Andalucía. Igualmente es conocida por todos su devoción hacia la Divina Pastora teniendo una estrecha vinculación con nuestra Hermandad de la que es hermano mayor perpetuo. Fue uno de los promotores de la construcción del camarín donde veneramos a la Divina Pastora y hasta su muerte demostró un inmenso cariño a nuestra hermandad con la cual mantenía un constante trato mediante numerosas carta, incluso firmaba en los libros de actas de la Hermandad ejerciendo el cargo de hermano mayor que ocupaba.
El 8 de Setiembre de 1900 visitó nuestro pueblo para asistir a su fiesta mayor, presidiendo la Solemne Función principal y conociendo de cerca nuestras fiestas, tanto el Rosario de la víspera como la Procesión de la Virgen que aquel año varió el itinerario para pasar ante la casa en la que se hospedaba en la calle Real. Tras esta visita, el ayuntamiento de Cantillana a instancias de la Hermandad rotuló la cuesta del Reloj con el nombre de “Cardenal Spinola” y al cumplirse el centenario de esta visita fue inaugurado un monumental retablo de cerámica que preside esta popular calle cantillanera.
Tras su fallecimiento se emprendió el proceso de beatificación, siendo beatificado por S. S. Juan Pablo II en 1987 acudiendo a dicha ceremonia nuestra Hermandad que le hizo entrega al Papa de un relieve de plata con la Imagen de la Pastora.
Fechas importantes de la vida de Marcelo Spinola
- 1835 - Nace en San Fernando (Cádiz) el 14 de Enero.
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