martes, 11 de mayo de 2010

Caluroso homenaje del pueblo Pastoreño a D. Antonio Castaño

Como bien se había anunciado por distintos medios, el pasado sábado 8 de Mayo se le rindió un merecido homenaje a una persona entrañable para todos los Pastoreños que supo abrir la Hermandad a los hermanos y que ocupo durante doce años el cargo de mayor servicio a Nuestra Hermandad, el de Hermano Mayor. Doce años que marcan una brillante etapa en la Historia de nuestra corporación que siempre serán recordados por todos por conseguirse importantes logros en todos los aspectos, por triplicar el patrimonio de la Hermandad, la nomina de Hermanos, la difusión de las fiestas, el ajuar de la Virgen, Doce años que como bien se dijo será recordado por todos como el tiempo de Castaño.

Antonio Castaño Villalón, nuestro entrañable Castaño, ha dedicado toda su vida al Servicio de la Hermandad siendo uno de los primeros componentes masculinos de la misma, integrándose en el Redil Eucarístico en los años cuarenta; antes de formar parte como secretario en la junta gestora que rigió la Hermandad desde la década de los ochenta hasta 1998 fue miembro de la comisión de festejos, vivió muy de cerca el comienzo de nuestra singular Romería o la bendición de nuestra Ermita en el antiguo olivar de la Pola que este año cumple su medio siglo; fue promotor de la realización de las carretas tiradas por bueyes y luchó de la forma más desinteresada por el bien de su Hermandad, promotor de la aprobación de las reglas de la misma, del título de Real y de la democratización de nuestra centenaria institución, Formó parte de la comisión que visito a S.M. el Rey en Madrid para otorgarle el título de Hermano Mayor Honorario y el de camarera de honor a su Alteza la reina Doña Sofía, consiguió importantes lazos de Hermandad con las Esclavas del Divino Corazón, la congregación fundada por Spinola y formó parte de la Peregrinación a Roma con motivo de la beatificación de nuestro Hermano Mayor Perpetuo. En sus doce años de Hermano Mayor hemos vivido la etapa de mayor esplendor de nuestra historia y Castaño supo rodearse y aconsejarse de un incondicional grupo de Pastoreños que supieron elevar a la Hermandad a la categoría y al nivel que la más grande devoción Cantillanera se merece; durante su mandato se adquirió la casa de la calle de la Iglesia, el Almacén de las carretas en la antigua Huerta del convento Franciscano y el Bar de la Plaza del Palacio, y consiguió escriturar estos inmuebles y la casa-Hermandad de Juan Ramón Jiménez.


Desde el nuevo Estandarte corporativo hasta los faldones del paso y las nuevas ovejas y el San Miguel el patrimonio de la Hermandad se ha visto incrementado en estos años siendo numerosísimas las donaciones que los hermanos y devotos han realizado para engrandecer el ajuar de la Virgen; estos doce años hemos visto celebrar importantes efemérides como el cincuenta aniversario de la romería o el tercer centenario de la devoción Pastoreña, se realizó la magna exposición de la casa de la provincia y se consiguió la declaración de interés turístico de las fiestas. Castaño supone el símbolo de la “democratización” de la Hermandad y el gran referente de la implicación del pueblo en la misma supo inculcar a sus tres hijos la devoción a la Madre del Buen Pastor e infundirle todos los valores que conlleva la misma como Cristianos, a Castaño no le ha movido ningún interés ni otra cuestión que no sea el beneficio de la Hermandad y de su Divina Pastora, Una persona llana, donde la educación, el respeto y la cercanía con todos los Hermanos entre los cuales nunca hizo distinción fueron otra de sus muchas cualidades por todo ello es un vivo ejemplo para todos los Pastoreños y como bien se dijo el sábado parafraseando a Rodríguez Buzón, Pastoreños ha habido, hay y habrá muchos pero como Castaño ninguno.

A las siete de la tarde, nuestra Ermita de los Pajares ya era punto de cita de muchos pastoreños deseosos de rendir tan merecido homenaje a un pastoreño tan entrañable para todos nosotros, Celedonio el tamborilero de la Hermandad amenizaba la llegada de los Pastoreños a una Ermita vestida de gala como en las grandes ocasiones, con sus tres puertas abiertas de par en par para acoger a tantos Pastoreños que abarrotaron el templo y el porche delantero. Las campanas de la Ermita se echaron al vuelo y dio comienzo la Celebración Eucarística a las ocho de la tarde presidida por nuestro queridísimo Padre Álvaro Román y Fray Joaquín Pacheco Galán, el Coro de la Hermandad participó con sus cantos en la Misa emocionando a los presentes con sus maravillosas letras.


Toda la celebración giro en torno de tan carismática persona, tanto en la emocionadísima predicación del Padre Álvaro como en el homenaje en sí en el cual los Pastoreños obsequiaron a Castaño con un monumental y bellísimo Azulejo obra del artista Pastoreño, Luis Manuel López Hernández, licenciado en Bellas Artes; También Don Tirso de Olazabal, Conde de Cantillana quiso sumarse al homenaje, no debemos de olvidar que Castaño también fue promotor de la visita del Conde en nuestras fiestas mayores el pasado año de 2008. Fray Joaquin Pacheco tambien quiso dedicarle unas palabras a nuestro antiguo Hermano Mayor sumandose al homenaje y agradeciendole el buen trato que siempre le ofreció. Entre aplausos, lagrimas y vivas, Cantillana Pastoreña rindió tan merecido homenaje, un Homenaje fruto del pueblo que de este modo quiso agradecer el servicio prestado durante tantos años por Castaño.

Tras la Misa, la celebración se traslado al salón “amor sin fin” donde más de 250 personas participaron en la cena en la cual el afecto y el cariño de todos los Pastoreños con Castaño quedaron nuevamente de manifiesto. Finalizada la cena, tras unas palabras de Castaño tuvo lugar la proyección de unas diapositivas en las cuales pudimos ver la labor desempeñada por Castaño durante más de cincuenta años en nuestra Hermandad y recordar momentos vividos en estos inolvidables años para los Pastoreños; las muestra de gratitud y afecto continuaron en forma de todo tipo de halagos, de fotos o en las letras de unas sevillanas que un grupo de señeras Pastoreñas compusieron sobre la marcha durante la cena, incluso la lluvia, presente en tantos eventos de la Historia de nuestra Hermandad, quiso sumarse a tan sincero y merecido homenaje.
Los Pastoreños estamos de enhorabuena por haber contado durante estos doce años con un Hermano Mayor ejemplar que ha puesto el listón muy alto y como es de bien nacido ser agradecido, el Pueblo Pastoreño rindió tan multitudinario y merecido reconocimiento.

¡¡VIVA LA PASTORA DIVINA!!
¡¡VIVA LA MADRE DE DIOS!!
¡¡VIVA LA REINA DE CANTILLANA!!































1 comentario:

Anónimo dijo...

¡viva la pastora divina!