viernes, 12 de febrero de 2010

Ella es nuestra mejor Joya


De sobra sabemos que la joya más preciada para los pastoreños es nuestra Pastora Divina. Joya, la más valiosa que podemos heredar de nuestros mayores, es como una joya familiar, de madres a hijos.

Nosotros, sus hijos, como Madre nuestra que es, la honramos y la engrandecemos con el mejor regalo material, oro, brillantes y piedras preciosas, fundidas con la ilusión y el sentimiento que grabamos en las piezas, con el imborrable buril del corazón y de la fe.
De ahí las estrellas de la diadema, “del mejor oro que haya”, las joyas de la familia Solís. La pulsera del Pinto, los cayados de oro del Pastor y de la Pastora, el reconocimiento municipal con la 1ª medalla de oro de la villa, puro símbolo, Cantillana en sus manos y multitud de donaciones de sus devotos, que ofrecen joyas a la Virgen en agradecimiento, promesa o por simple gusto.
Es tanto lo que representa y simboliza el ajuar de la Pastora de Cantillana, que está en la labor importantísima de priostía, el velar por él y por qué no engrandecerlo. Toda joya que toque y luzca la Pastora Divina debe ser suya, pues nadie es digna de llevarla después.

Pastoreños, ¿os imagináis como sería la corona de coronación, palpando ya la magnitud de su cayado? Quien me conoce, sabe que me elevo con este sueño, aunque el 8 de septiembre sale triplemente coronada, con joyas de brillantes que le rodean toda la copa del sombrero, con la diadema de estrellas y por si fuera poco con la preciosa tiara de esmeraldas.

Es sabido por todos que a la Pastora no le hace falta nada para lucir radiante, pues su cara supera todo lo material y alcanza lo divino. Por eso decimos que ella es nuestra mejor joya.

Lucio Rodríguez García
Colaborador del grupo de Priostia
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1 comentario:

Anónimo dijo...

hechamos de menos la tiara d esmeralda q acostumbraba lucir la Virgen n su día grande.