domingo, 1 de mayo de 2016

¡PASTOREÑO!


Pastoreño, ¿quieres a la Pastora? ¿Cuántos estas dispuesto a dar por Ella…? ¿Sabes que la Hermandad creada hace tres siglos para venerarla, para ensalzarla y para que a través de Ella, lleguemos a su hijo el Buen Pastor, la formamos todos los hermanos, es decir, que tú eres parte necesaria de la misma?...

Pastoreño, hermano de esta hermandad ¿Quieres a la Pastora? ¿Cuánto estas dispuesto a hacer por Ella? ¿Sabes que tu hermandad te necesita? La hermandad requiere de ti, que sepas estas a la altura del momento que vivimos, la hermandad somos todos los hermanos, incluso aquellos que no siéndolo, sienten esa filiación tradicional a la Pastora que en Cantillana se trasmite de madres a hijos, de generación en generación. Por ello, todos debemos implicarnos en su misión, en su gestión y en su futuro y progreso.

No dejes pastoreño, hermano, que sean otros los que decidan y actúen por ti, los que se arroguen en exclusividad un privilegio que es a ti, como a todos los pastoreños, a quien pertenece.
Pertenecer a la hermandad o formar parte de su junta de gobierno es más que un privilegio, es un servicio abnegado, a la Iglesia, a la Institución y a todos los hermanos… “Servir es reinar” lo dijo tu Hermano Mayor Perpetuo: ese que todos reconocemos como tal y que desde el cielo cuida y guía nuestros pasos… Marcelo Spínola, el Cardenal mendigo de cuya humildad todos deberíamos aprender.

Servir es reinar es la divisa y blasón del único apellido que nos importa y llevamos todos: Pastoreños. Que nadie intente usurpar un linaje que nos es común como cantillanero, bautizado, como pastoreño, como hermano…

Con la necesaria formación, la caridad de nuestras obras como bandera y con la fe que por gracia divina nos inculcaron nuestros mayores, TODOS, TODAS, partimos desde 0 en el desafío de implicarnos en la construcción y desarrollo futuro de una verdadera Hermandad. Esta, la nuestra, será todo lo grande, lo fuerte y esplendorosa que todos nosotros queramos, como siempre ha ocurrido. Porque la historia y patrimonio material y espiritual de la Hermandad Pastoreña, son fruto colectivo de quienes a través de los siglos la han querido.

Ante acontecimientos decisivos para nuestro futuro, pastoreño, sé valiente, no permitas que de nuevo nadie se apropie de una herencia que es tuya, de todos… ¿quieres a la Pastora, y lo mejor para Ella? Implícate, apoya a quien como tú tiene en sus manos regenerar una institución de siglos, con trasparencia, con humildad, con los brazos abiertos… y así engrandecer su futuro.
No estamos aquí para servirnos de la Pastora, sino para servir a Ella y a sus hijos, “servir es reinar” como decía nuestro perpetuo y querido Hermano Mayor.

Un cambio generacional viene pidiendo paso con fuerza desde hace años, está siendo demandado por una mayoría de pastoreños… sangre nueva que regenere nuestra Hermandad, que la haga trasparente en todos sus gestiones, que la una reunida en torno al cayado de la Virgen y abierta a todos sin distinción.


Pastoreño, ¿quieres a la Pastora? ¿Quieres engrandecer a tú Hermandad? Pues ya sabes… No dejes de formar parte de este necesario cambio.

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