Pastoreño, ¿quieres a la Pastora? ¿Cuántos estas dispuesto a
dar por Ella…? ¿Sabes que la Hermandad creada hace tres siglos para venerarla,
para ensalzarla y para que a través de Ella, lleguemos a su hijo el Buen
Pastor, la formamos todos los hermanos, es decir, que tú eres parte necesaria
de la misma?...
Pastoreño, hermano de esta hermandad ¿Quieres a la Pastora?
¿Cuánto estas dispuesto a hacer por Ella? ¿Sabes que tu hermandad te necesita?
La hermandad requiere de ti, que sepas estas a la altura del momento que
vivimos, la hermandad somos todos los hermanos, incluso aquellos que no
siéndolo, sienten esa filiación tradicional a la Pastora que en Cantillana se
trasmite de madres a hijos, de generación en generación. Por ello, todos
debemos implicarnos en su misión, en su gestión y en su futuro y progreso.
No dejes pastoreño, hermano, que sean otros los que decidan
y actúen por ti, los que se arroguen en exclusividad un privilegio que es a ti,
como a todos los pastoreños, a quien pertenece.
Pertenecer a la hermandad o formar parte de su junta de
gobierno es más que un privilegio, es un servicio abnegado, a la Iglesia, a la
Institución y a todos los hermanos… “Servir es reinar” lo dijo tu Hermano Mayor
Perpetuo: ese que todos reconocemos como tal y que desde el cielo cuida y guía
nuestros pasos… Marcelo Spínola, el Cardenal mendigo de cuya humildad todos
deberíamos aprender.
Servir es reinar es la divisa y blasón del único apellido
que nos importa y llevamos todos: Pastoreños. Que nadie intente usurpar un
linaje que nos es común como cantillanero, bautizado, como pastoreño, como
hermano…
Con la necesaria formación, la caridad de nuestras obras
como bandera y con la fe que por gracia divina nos inculcaron nuestros mayores,
TODOS, TODAS, partimos desde 0 en el desafío de implicarnos en la construcción
y desarrollo futuro de una verdadera Hermandad. Esta, la nuestra, será todo lo
grande, lo fuerte y esplendorosa que todos nosotros queramos, como siempre ha
ocurrido. Porque la historia y patrimonio material y espiritual de la Hermandad
Pastoreña, son fruto colectivo de quienes a través de los siglos la han
querido.
Ante acontecimientos decisivos para nuestro futuro,
pastoreño, sé valiente, no permitas que de nuevo nadie se apropie de una
herencia que es tuya, de todos… ¿quieres a la Pastora, y lo mejor para Ella? Implícate,
apoya a quien como tú tiene en sus manos regenerar una institución de siglos,
con trasparencia, con humildad, con los brazos abiertos… y así engrandecer su
futuro.
No estamos aquí para servirnos de la Pastora, sino para
servir a Ella y a sus hijos, “servir es reinar” como decía nuestro perpetuo y
querido Hermano Mayor.
Un cambio generacional viene pidiendo paso con fuerza desde
hace años, está siendo demandado por una mayoría de pastoreños… sangre nueva
que regenere nuestra Hermandad, que la haga trasparente en todos sus gestiones,
que la una reunida en torno al cayado de la Virgen y abierta a todos sin
distinción.
Pastoreño, ¿quieres a la Pastora? ¿Quieres engrandecer a tú
Hermandad? Pues ya sabes… No dejes de formar parte de este necesario cambio.
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