La nueva etapa histórica iniciada en la Hermandad Pastoreña en 1980, cuando el Arzobispado de Sevilla disuelve la antigua junta de señoras y nombra una gestora de hermanos varones con el encargo de la redacción de unas nuevas reglas y la apertura y modernización de la institución, acorde con las disposiciones sinodales vigentes, traerá también una nueva insignia oficial y corporativa en el deseo de representar en ella esa hermandad actual, heredera a su vez y continuidad de la antigua Hermandad del Rosario de la Pastora fundado en la parroquia en 1720 y del Redil Eucarístico erigido igualmente allí en 1944.
Se confecciona por ello, en 1984, este estandarte siguiendo la tipología más generalizada entre las hermandades y cofradías de Sevilla, de bandera amarrada, llamada popularmente bacalao. Ya existía por entonces en la hermandad una insignia de similares características, el estandarte-guion del Redil Eucarístico, también confeccionado en terciopelo verde, aunque en esta ocasión se optaría por un color mucho más oscuro, por influencia sin duda, de los estandartes sevillanos de cofradías penitenciales, impropio quizás del espíritu y estética de nuestra hermandad de gloria.
Como emblema y motivo central de la insignia se eligió el escudo oficial de la hermandad, recogido en sus nuevas reglas, siguiendo para ello fielmente el diseño de estas armas pastoreñas que en 1951 realizó el célebre orfebre sevillano Manuel Seco Velasco, cuando repujó el magnífico frontal de plata para el Altar del Risco. Esta emblemática cartela con los símbolos de la hermandad (anagrama de María con cayado y sombrero, corona real española y tiara y llaves pontificias) se ha reproducido hasta la saciedad en enseres, propiedades, ornamentos, sellado y timbrado oficial desde mediados del siglo XX hasta hoy, especialmente desde el inicio de esta nueva etapa abierta tras la constitución de la gestora de varones en 1980. La cartela o escudo de Seco fue fielmente reproducida en el nuevo estandarte bordada en hilo de oro a realce en una magnífica labor encargada a Charo Bernardino, bordadora sevillana discípula y oficial del taller de Esperanza Elena caro, autora de grandes piezas del bordado sacro digna continuadora de la labor de su maestra. El remate inferior ostenta un galón bordado a realce y unas hojas de acanto.
El
estandarte antes de ser
pasado a color blanco. |
La vara de la insignia esta repujada en metal plateado y rematada por una cruz fundida pontificia, de tres brazos, en alusión también al título que ostenta la hermandad; fue realizada en los talleres de orfebrería de la Viuda de Villarreal.
En 1998 la primera junta de gobierno democrática de la hermandad de la Divina Pastora, salida de las primeras elecciones convocadas tras la aprobación definitiva de las nuevas reglas y encabezada por Antonio Castaño Villalón, acordó en cabildo de oficiales, sustituir el tejido de esta insignia por uno más apropiado a la idiosincrasia y estética pastoreña, y se pasó el bordado a un brocado de seda, de estética decimonónica, blanco y oro, con ornamentación de espigas uvas y rosas y con forro de moaré celeste, como podemos contemplarlo actualmente.
Desde 1984 y hasta 2005, en que se estrena el estandarte corporativo de gala, ha estado presente en la mayor parte de cultos y actos de la Hermandad Pastoreña. En 1995, 275 aniversario de la fundación de la hermandad, fue llevado a la ermita para la romería.
Con este estandarte asistió la hermandad a la Catedral de Sevilla en varias ocasiones, una de ellas el año 2001 en el contexto del centenario de la visita del Cardenal Spínola a Cantillana y otra en 2006, con motivo del centenario de su muerte, ocasiones para las que la hermandad peregrinó al sepulcro de nuestro Beato.
Fue expuesto en las exposiciones de patrimonio de nuestra hermandad de la Casa de la Provincia, de la Diputación de Sevilla en 2001, con motivo del 50 aniversario de la romería pastoreña y en la edición de MUNARCO 2000
Desde 2005, año en que se estrenó un nuevo y rico estandarte corporativo de gala, este que nos ocupa pasó a un segundo plano convertido en vicario del nuevo, usándose para algunos actos corporativos y para los cultos más cotidianos o de menor relevancia. Como el resto de las insignias de la hermandad y desde la fundación de la misma, esta insignia se guarda también en la Iglesia Parroquial de Cantillana, en las dependencias propias que allí tiene la corporación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario