I
Ese orgullo que yo siento
me llena el alma, Señora.
Y en mi cante se derrama
sobre el pueblo que te adora,
y se hace lluvia de amor,
“pá” ti, linda Pastora.
me llena el alma, Señora.
Y en mi cante se derrama
sobre el pueblo que te adora,
y se hace lluvia de amor,
“pá” ti, linda Pastora.
A gala siempre lo llevo
y mi boca lo pregona,
lo que de niña te enseñan:
Mi fe se llama Pastora,
mi orgullo es ser pastoreña.
y mi boca lo pregona,
lo que de niña te enseñan:
Mi fe se llama Pastora,
mi orgullo es ser pastoreña.
II
Mi corazón cuando late
siempre te nombra, Señora.
Y ese latir tan cinsero,
cuando se rie y te llora
se vuelve un piropo inmenso,
“pá” ti, Divina Pastora.
Mi corazón cuando late
siempre te nombra, Señora.
Y ese latir tan cinsero,
cuando se rie y te llora
se vuelve un piropo inmenso,
“pá” ti, Divina Pastora.
A gala siempre lo llevo
y mi boca lo pregona,
lo que de niña te enseñan:
Mi fe se llama Pastora,
mi orgullo es ser pastoreña.
y mi boca lo pregona,
lo que de niña te enseñan:
Mi fe se llama Pastora,
mi orgullo es ser pastoreña.
III
Pongo la mano en mi pecho
y te confieso, Señora.
No dejaré de quererte
aunque me llegue la hora,
porque mi amor es eterno
hacía ti, guapa Pastora.
Pongo la mano en mi pecho
y te confieso, Señora.
No dejaré de quererte
aunque me llegue la hora,
porque mi amor es eterno
hacía ti, guapa Pastora.
A gala siempre lo llevo
y mi boca lo pregona,
lo que de niña te enseñan:
Mi fe se llama Pastora,
mi orgullo es ser pastoreña.
y mi boca lo pregona,
lo que de niña te enseñan:
Mi fe se llama Pastora,
mi orgullo es ser pastoreña.
IV
Te quiero más que a mi vida,
desde que nací, Señora.
Que de ti me siento llena
y mi corazón te adora,
porque así me lo enseñaron
te quiero solo a ti, Pastora.
Te quiero más que a mi vida,
desde que nací, Señora.
Que de ti me siento llena
y mi corazón te adora,
porque así me lo enseñaron
te quiero solo a ti, Pastora.
A gala siempre lo llevo
y mi boca lo pregona,
lo que de niña te enseñan:
Mi fe se llama Pastora,
mi orgullo es ser pastoreña.
y mi boca lo pregona,
lo que de niña te enseñan:
Mi fe se llama Pastora,
mi orgullo es ser pastoreña.
Antonio Portillo Daza
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1 comentario:
Preciosas sevillanas, fueron el estreno de las niñas, siempre las recordaré porque son muy emocionantes.
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