Sevillanas en honor de la Divina Pastora de Cantillana

I

Se sitúa Cantillana,
al pie de Sierra Morena.

Se sitúa Cantillana, al pie
de Sierra Morena, y al río Guadalquivir,
donde está allí mi Pastora,
cuidando de su redil.

Es mi Pastora bendita,
cuando está en su camarín,
disloque del mundo entero,
no la he visto más bonita,
cuando está con el sombrero.

Ya se mueve mi Pastora,
dentro dela misma Iglesia.
Ya estamos disfrutando,
de lo bonita que vas,
debajo de su lindo árbol.

II

Tienes un Risco, tienes un Risco.

Tienes un Risco,
mi Pastora Divina, lo
nunca visto,
entre flores y lindas ovejas,
y el Pastorcito.

Ya la estoy viendo, a mi
Pastora Divina, salir
del templo, entre clamores
y blancas palomas,
la van meciendo.

En la calle Martin Rey,
se oyen gritos de clamores,
cuando te quitan el sombrero,
y te echan las palomas a volar,
al son de campanilleros.

III

Pastora de mis amores,
no te olvides tú de mí.

No te olvides tú de mí,
Pastora de mis amores,
que quiero estar junto a ti
disfrutando de tu presencia,
en tu florido redil.

No sabes cuándo te quiero,
Pastora cantillanera,
tú me haces tanto recuerdo,
que tengo que estar a tu vera,
por aquel mismo sendero.

Más pura que todas las flores,
zagala eres tú, María,
Cantillana no se olvida,
que tú con tu lindo báculo,
eres tesón y guía.

IV

Vas al Santuario, vas al Santuario.

Vas al Santuario,
mi Pastora Divina, cada
siete años, para llenar de
bendiciones a su rebaño.

¡Ay!, qué alegría,
que viene mi Pastora,
de Romería, y hasta
llegar a tu Ermita,
te canto zagala mía.

Cuando estás en tu besamanos,
Pastorcita encantadora,
te venimos a implorar,
que proteja a Cantillana,
y a toda la Humanidad.

Gabriel Ríos Amores
Cantillana, 17 de junio de 1971.