Eres Pastora y Señora
Madre, Reina y Soberana,
espejo en el que se mira
el pueblo de Cantillana.
(Estribillo)
Y eres tú, Pastora mía,
como notas de una dulce melodía
el refugio, el amparo y el consuelo,
la que quiero desde niño
la Virgen que yo venero.
Y, eres tú, Pastora mía,
la que llena mi vida cada día,
la razón, la esperanza que me guía
por senderos pastoreños
entre gozos y alegrías.
Eres Pastora Divina,
orgullo de mis mayores,
agua pura y cristalina,
la más bella entre las flores.
(Estribillo)
Santiago Pérez Ríos
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