Al despertar la mañana

Al despertar la mañana
El letargo desvanece,
la gran quietud de las almas
que al despertar se estremecen.
Y la luz del sol fulgura
cual tu Imagen celestial,
que el talle de tu figura
pasea en la madrugá.

Y se llenan de alabanzas
los rincones de tu pueblo,
los vivas quieren rozarte
en lo más alto del cielo.

Y se elevan en tu Risco
hacia el ala del sombrero
que cobijan en este aprisco
a la gloria de los cielos.

Y a las alturas se elevan
piropos a ti, Pastora,
la Madre del Buen Pastor,
soberana sin corona.
La gracia en ti se derrama
flor de la eterna bondad,
hermosa luz de mañana,
Pastora de Cantillana
Madre y Reina celestial.

Y se llenan de alabanzas
los rincones de tu pueblo,
los vivas quieren rozarte
en lo más alto del cielo.

Y se elevan en tu Risco
hacia el ala del sombrero
que cobijan en este aprisco
a la gloria de los cielos.

Carmen Hurtado Berrocal