Se confeccionó esta insignia en 2003, con
motivo del tercer centenario de la advocación de la Divina Pastora, advocación
difundida por la Orden Franciscana Capuchina. El padre general de Roma de esta congregación,
otorgó ese mismo año a la hermandad cantillanera una Carta de Hermanamiento con
la Orden, que venia a refrendar el vínculo histórico y fundacional de la
Pastora de Cantillana con los capuchinos. Estos mismos, a través de su ministro
provincial de Andalucía otorgaron a la hermandad en 1985 el título de
Franciscana que ostenta desde entonces en su denominación. La hermandad
Pastoreña custodia también desde 1955, a los pies del altar de la Pastora, los
restos del célebre y místico franciscano Fray Bernardino de Laredo y el retablo
que enmarca el camarín donde se venera la imagen de la Virgen, esta
confeccionado con los restos del antiguo retablo del convento franciscano de Cantillana, proveniente a su vez del histórico convento de San Francisco del
Monte, para el que pudo haber sido realizado sobre 1600 como apuntan el
profesor Hernández Díaz y el historiador Antonio López Hernández.
Por todo ello, y gracias a la donación,
hecha por nuestro hermano Jesús Morejón Pazos, de unos antiguos bordados en oro
del siglo XVII, se decidió la confección de una insignia o banderín
franciscano, insertándosele en el centro de la cartela que centraba ese antiguo
bordado, las Cinco Llagas, bordadas en seda grana, emblema de N.P. San Francisco. Se escogió como tejido un antiguo damasco marrón, rematado por un
fleco de hilo de oro del siglo XIX, y como asta, una pértiga de madera tapizada
de terciopelo granate y rematada por un antiguo medallón de metal repujado, del
siglo XVIII con el escudo de la Orden (el simbólico abrazo de San Francisco con Cristo crucificado) rematado por cruz y
orlado de rayos, que provenía del antiguo convento franciscano de Cantillana y
fue entregado para la ocasión por Florencio Arias, entonces secretario de la
hermandad. Los trabajos de bordado, restauración y pasado al nuevo tejido
corrieron a cargo de nuestro hermano Benito Molero López y todo el trabajo fue
supervisado y dirigido por Francisco Manuel Duran Gallardo, quien luego sería
ejemplar prioste de la hermandad y por el que suscribe.
Esta insignia, de gran personalidad y
sabor añejo fue bendecida y estrenada el 24 de junio de 2003, en una procesión
extraordinaria celebrada ese día. Enriquece
el conjunto de insignias pastoreñas desde aquellas fechas, desde las que está
presente en los cultos principales y durante el triduo en honor a San Francisco
que celebra esta Hermandad Franciscana a primeros de cada mes de octubre.
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