I
Veintiocho de septiembre
por fin ha llegado el día
pa' acompañarte Pastora
caminando en romería.
Veintiocho de septiembre
por fin ha llegado el día
pa' acompañarte Pastora
caminando en romería.
Pa' rezarte y adorarte
y cantarte sevillanas
y llenarte de piropos
Pastora de Cantillana.
y cantarte sevillanas
y llenarte de piropos
Pastora de Cantillana.
II
Acuérdate tú, Pastora
del que este año no viene,
tan grande será su pena
que acompañarte no puede.
Acuérdate tú, Pastora
del que este año no viene,
tan grande será su pena
que acompañarte no puede.
Pero allí donde se encuentre
con la mirada perdía
se acuerda de ti, Pastora
el día de tu romería.
con la mirada perdía
se acuerda de ti, Pastora
el día de tu romería.
III
Gritaba una pastoreña
delante del simpecado:
¡Qué grande ha sido la herencia
que mis padres me han dejado!
Gritaba una pastoreña
delante del simpecado:
¡Qué grande ha sido la herencia
que mis padres me han dejado!
Un pueblo como el que tengo
y una familia hogareña,
pero la herencia más grande
es sentirme pastoreña.
y una familia hogareña,
pero la herencia más grande
es sentirme pastoreña.
IV
Qué tienes tú, Pastorcillo
que parece que has llorado.
Que la Divina Pastora
en el templo se ha quedado.
Qué tienes tú, Pastorcillo
que parece que has llorado.
Que la Divina Pastora
en el templo se ha quedado.
Por eso tú no me llores
y alégrame esa carita
porque muy pronto contigo
irá también a su ermita.
y alégrame esa carita
porque muy pronto contigo
irá también a su ermita.
Letra: Manuel Macías
Osuna
Música: Manuel Díaz Salguero
Música: Manuel Díaz Salguero
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