Vidriera de la Virgen del Rocío en el Santuario de la Divina
Pastora
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La vinculación del Rocio con la Divina Pastora de
Cantillana
En las marismas del Guadalquivir, en la confluencia de
antiguas caminos que comunicaban el Condado de Niebla y tierras de Sanlúcar y
de la antigua Villa de Mures (hoy Villamanrique de la Condesa), encontramos el
Santuario de la Virgen del Roció patrona de Almonte. Esta antigua devoción que
se remonta a los tiempos de Alfonso X El Sabio y que en 1653 es nombrada
Patrona de Almonte, en cuyo término se levanta este importante foco de la
religiosidad popular Andaluza, pues no en balde desde el siglo XVII fue el gran
centro de peregrinación de la comarca de Doñana, el Condado Onubense y el
Aljarafe Sevillano, y ya en el siglo XX se desborda por toda Andalucía y España,
convirtiéndose en la devoción más extendida del sur, con un centenar de hermandades
filiales que le rinden culto en cientos de rincones de la geografía nacional e
incluso fuera de nuestras fronteras.
Pastora de las
Marismas
Indudable es el carisma de la antigua y hierática imagen de
Santa María de las Rocinas, llamada del Rocío desde el siglo XVII, que atrae
hasta sus plantas a tantos peregrinos y devotos en aquel idílico paraje de las
marismas almonteñas, hoy Aldea del Rocío. Una devoción universal que también se
ha visto imbuida de otra universal advocación nacida de Sevilla, la de la
Divina Pastora.
Y es que para muchos decir Rocío es decir Pastora, ambos
nombres definen a la misma Virgen, la Madre de Dios. Bien lo sabe el pueblo de
Almonte cuando cada siete años recibe a su patrona entre salvas de escopetas y
arcos de flores, vestida de Pastora con sombrero de flores sobre su cabellera de tirabuzones. Es común entre los almonteños referirse a la
Virgen como “la Pastora”, apelativo que ha emocionado a más de un pastoreño de
Cantillana cuando de los labios de los almonteños a escuchado: “ya viene la
Pastora…”.
Ya en el siglo XVIII condiciendo con el origen de la
devoción pastoreña, quizás por predicaciones de capuchinos en Almonte, se
comienza a llamar a la Virgen del Rocío como Pastora, empezándose también,
quizás ya a finales de esa centuria a ataviarse para los traslados a su pueblo
con la indumentaria de viajera peregrina o Pastora como popularmente se le
llama. La indudable influencia pastoreña en la Virgen del Rocío ha dado lugar a
que el multitud de sevillanas y letras se le denomine como Pastora, nombre que
sale de los labios de los rocieros piropeando a la Virgen en los vivas con los
que es aclamada.
Y como a su Madre, al Divino Infante que lleva en sus
brazos, lo conocen todos los rocieros como el Divino Pastorcito, y mucho se le
debe a la Palma del Condado, cuya Hermandad regalo en los años de 1940 su
primer traje de Pastorcito. D. Ignacio Cepeda, Vizconde de la Palma, es el
promotor de un bello azulejo del Divino Pastorcito del Rocío que se colocó
sobre una fuente en la parte trasera de su casa de la aldea, por lo que
popularmente se conocía como “fuente del Pastorcito”. En la Plaza de Andalucía
de Almonte se ha realizado una recreación de la misma también con la
Iconografía del Pastorcito de la Virgen en cerámica.
La representación de la Divina Pastora es común en la
iconografía rociera, y no sólo de la Virgen marismeña ataviada de Pastora, sino
que en la portentosa carreta de plata de la hermandad de la Palma del Condado
aparece, presidiendo su delantera, una Imagen cincelada en Plata de la Divina
Pastora siguiendo un modelo del escultor pastoreño Sebastián Santos; también en
la carreta de plata de la hermandad del Rocío del Salvador está la Divina
Pastora siguiendo como modelo una pintura de Orce que encontramos en el Convento
de Capuchinos de Sevilla; finalmente en otras carretas como la de Triana
también aparece la imagen de la Divina Pastora recreada en múltiples formas de
su variada iconografía.
En la parte superior de la carreta de la hermandad de
Carrión se puede
leer la leyenda “Divina Pastora”, advocación presente siempre en el Rocío. |
Visitar Almonte cada siete años para los traslados de la
Santísima Virgen, nos traslada a nuestra calle Martin Rey, y es que la
costumbre de exornar las calles con arcos y flores de papel no es exclusiva de
Almonte sino que fue habitual desde el siglo XIX en muchos pueblos de la baja Andalucía,
caso de Cantillana donde para sus fiestas mayores, desde el siglo XIX fueron
frecuente los arcos y cadenetas de flores, como se desprende de antiguas
fotografías y de los libros de cuentas. Esta tradición se perdió parcialmente y
fue recuperada hace unos veinte años por el grupo joven de la Hermandad en la
pastoreña calle Martin Rey. Finalmente en el año 2006, siguiendo esta estética
popular se estrenó la cúpula central que señala el lugar donde tiene lugar el
momento cumbre de la ceremonia del Sombrero. La misma, en forma de templete,
evoca en sus formas los exornos almonteños.
La influencia pastoreña en la devoción rociera lo manifiesta
claramente en los años de 1950 el autor de nuestro Himno, fray Sebastián de
Villaviciosa en su libro: “te canto por
alegrías mare mía der Rocío”. En el mismo, narra con el agitanado deje de
habla andaluza la venida de la Virgen a las marismas de Almonte, llevada por
ángeles quienes: “… la pasaron por
Cantillana, para que viera bien el pueblo donde como Pastora la querrían más en
el Mundo”.
La influencia rociera
en la Romería Pastoreña
Como la Virgen del Rocío se influencia de la devoción
pastoreña, también en Cantillana hemos bebido de algunas de las connotaciones
características de la devoción rociera, de esta forma es innegable la
influencia del Rocío en nuestra popular Romería, que han hecho que se refuercen
aun más los vínculos entre ambas advocaciones. La popularidad e importancia de
la romería rociera ha hecho que sus características estéticas hallan
influenciado de una u otra forma al resto de romerías andaluzas, tanto a las
antiguas como a las de nueva creación a en la segunda mitad del siglo XX. Es
algo parecido a la influencia de la Semana Santa de Sevilla o su Feria de Abril
en las Semanas Santas y ferias de la mayoría de las ciudades y pueblos del sur
de España.
La escuela de tamborileros de la Divina Pastora está haciendo
una gran labor manteniendo los sones camperos de la gaita y el tambor en nuestro pueblo. |
A partir de la creación en 1952 de nuestra Romería, la
figura del tamborilero, o como popularmente lo conocemos en Cantillana “el tío
del tambor”, se convierte en un elemento netamente pastoreño. Los sones de la
gaita y el tamboril marismeños nos traen a todos los pastoreños el entrañable
presagio de la romería con la que cerramos las fiestas; especialmente el
tradicional “romerito” que se ha convertido prácticamente en un himno de la
Romería. El tamborilero es hoy una figura imprescindible y fue el primer
tamborilero de la hermandad nada menos que el conocido “Rafael”, posteriormente
Carmelo y actualmente Celedonio, todos ellos de la misma saga, tamborileros de
la Hermandad del Rocío de Triana, de la que también toma nuestra romería la
tipología de carreta como veremos más adelante. También la escuela de
tamborileros de Villamanrique participó en el 2002, abriendo el Santo Rosario
preparatorio de la Romería, con motivo de su L aniversario.
Hace unos años se creó la escuela de tamborileros propia de
la Divina Pastora, quienes han sembrado el pueblo de Cantillana de nuevos
tamborileros pastoreños, que permitirán perpetuar y mantener más viva la presencia
de esta tipología musical en nuestra Romería. Los mismos también acuden al
Rocío acompañando otras hermandades rocieras como la de Osuna.
El Rosario del sábado de romería por la aldea de los Pajares
con
el Simpecado grana alumbrado por bengalas. |
Un conocidísimo letrista de sevillanas y temas rocieros es
Manolo Garrido, quien también compuso para la Pastora cantillanera las ya
añejas sevillanas “dile a la Pastora, dile”, y sobre todo la Salve Pastoreña
entre otros temas. Es este el autor de
las letras de la famosísima Misa de alba en las Marismas, de los Romeros de la
Puebla, que sirvió y sirve de referentes a las cientos de Misas Flamencas
compuestas desde los años setenta, de las que una gran muestra la tenemos en
las que se han compuesto durante casi tres décadas para la Divina Pastora de
Cantillana interpretadas por el Coro de su hermandad o por el grupo pastoreño
“los de la Cruz”. Como Garrido, el Padre Quevedo, jesuita, también es autor de
famosos temas rocieros y a la vez de la letra de unas sevillanas dedicadas a la
Pastora de Cantillana titulada “cantillanera” y que el coro de la hermandad
interpreta adaptada como plegaria. Igualmente otros autores rocieros como
Enrique Casellas han compuesto bellos temas para nuestra Pastora, aunque en
este caso, podría decirse más bien que se trata de un autor pastoreño
componiendo temas rocieros.
El mismo coro de la hermandad, fundado en la década de los
setenta, adopta el formato de los coros rocieros especialmente los de Ginés,
Almonte o Triana, cuya andadura por aquella época marcaron todo un hito en el
mundo de las sevillanas. El mismo coro le dedico diversos temas a la Virgen del
Rocío, grabados en sus dos primeros discos, con letras y músicas de Antonio
Portillo, José Manuel Sanz o Fco. Javier Campos, todos ellos pastoreños,
destacando “y qué más da”, “cuando termina el Rocío”, “Flores del Rocío”, “Las
hermandades se van” o “Rocío, Paloma blanca”.
Nuestra simpar carreta de plata fue una
de las primeras que se hicieron siguiendo el denominado “estilo rociero”. |
Cuando a partir de 1985 la romería comienza a celebrarse
durante dos días y la venta de parcelas contiguas a la ermita hacen posible la creación
de la aldea de la Divina Pastora, esta influencia rociera es que más notable.
En este sentido se interpretan la celebración de la Misa de Romeros en la
mañana del domingo (hasta ese año se celebraba cuando se llegaba a la ermita
sobre las dos de la tarde) y la inclusión del Rosario nocturno, en los que los
devotos de la Virgen portan velas y acompañan al Simpecado escoltado con la luz
de las bengalas (novedoso Rosario en Cantillana luego imitado en otra
celebración local). Desde esos años, también es frecuente la presencia de otras
hermandades pastoreñas invitadas, que son recibidas en a las puertas del santuario
pastoreño la noche del sábado.
La emblemática e inconfundible forma de nuestra carreta de
plata, sigue el que algunos denominan “estilo rociero”, tipología creada por la
Hermandad de Triana que fue la primera en llevar al Rocio, en lugar de los
antiguos cajones, una carreta de
orfebrería con seis columnas y bóveda trilobulada, imitada luego por tantas
hermandades. Fue la carreta de la Pastora cantillanera una de las primeras
carretas “de estilo rociero”, tras las de Triana, la Palma del Condado y
Sevilla, además fue la primera que salió del taller de Villarreal.
Al igual que la iconografía pastoreña está presente en
diversos elementos del Rocío, también en la Hermandad de la Divina Pastora de
Cantillana contamos con dos representaciones de la Blanca Paloma. La primera en
una de las vidrieras de la ermita pastoreña, donada por D. Manuel Espinosa Durán
y Sra., mediante el cual nos cedieron durante varios años la carreta de la
hermandad de Sevilla, dada su amistad con José María Domenech, hermano mayor
entonces de aquella hermandad rociera. En ella vemos a la Virgen almonteña
vestida de Reina; también en la capilla trasera del actual paso de la Pastora,
está presente la Virgen del Rocío.
La Pastora de Cantillana en la romería de 1960,
ultimo año que se utilizó la carreta de plata de la querida Hermandad de Sevilla. |
La Hermandad de la
Divina Pastora y la del Rocío de Sevilla
Cuenta la Hermandad de la Pastora vínculos afectivos con
varias hermandades rocieras, aunque, sin duda, es la Hermandad de Ntra. Sra.
del Rocío de Sevilla con la que se mantiene una mayor relación, desde que en
1956 con motivo de la bendición de la primera piedra de nuestra Ermita, nos
cedieron su antigua carreta de orfebrería, la de las cuatro columnas.
Dicha carreta fue utilizada por nuestra hermandad durante
cinco romerías, hasta que en 1961 se estrenó la actual carreta, y vino por
mediación del pastoreño D. Manuel Espinosa Durán a quien le unía una gran
amistad con D. José María Domenech, hermano mayor de la corporación rociera.
Según Basilio Pérez Camacho, en un artículo suyo en nuestra revista Cantillana
y su Pastora: “esta carreta, me contaba
mi tío José Pérez Zamora –mi inolvidable y pastoreñisimo tío Pepe– era
trasladada desde Sevilla tirada por mulos al mando de Antonio Daza Barba “el
mancebo” al que acompañaban algunos miembros de la hermandad como los hermanos
Villarreal o el propio informante. Venia totalmente protegida por una funda de
lienzo, y en algunas ocasión, por el asombro de las bestias, llegaron a temer
por la integridad de la misma…”.
En el 2005, ante la imposibilidad de llevar la carreta de
plata debido a la epidemia de Lengua Azul
entre los bueyes, de forma excepcional la imagen de la Divina Pastora se
trasladó en andas hasta su Santuario a
hombros de los pastoreños. Por ello, la hermandad rociera del Salvador, renovando
aquel gesto de hermandad de los años cincuenta cedió el templete de plata que
utilizan para la procesión de su titular el 22 de diciembre y que es una copia
del que tiene la propia imagen de la Virgen del Rocío de Almonte. Fue una
romería irrepetible y de las más emotivas que se recuerdan por la cercanía de
la Virgen portada por todo su pueblo en este templete que propició una inédita
y rociera estampa de la Divina Pastora.
En agradecimiento por la generosidad de esta hermandad
rociera, el 22 de diciembre de ese mismo año, coincidiendo con la salida de su
titular, una amplia representación de cantillaneros asistió e hizo entrega de
una ofrenda floral y un cuadro con la Pastora en el templete.
También nos unen vínculos con la cercana hermandad rociera de
Tocina, participando nuestra hermandad y nuestro coro en diversos cultos y
actos en los que esta corporación los ha requerido. Con ella peregrinan al
Rocío varios pastoreños cantillaneros. Así mismo, con la Hermandad del Rocío de
la Macarena, hacen el camino destacados pastoreños, siendo camarera de su
Simpecado Rosa Inmaculada Pérez, también pastoreña cuya hija fue romera
infantil de nuestra Romería en el 2004.
Los pastoreños
peregrinos en el Rocío
Peregrinar de forma oficial al santuario del Rocío, aun
habiendo tantos vínculos entre ambas devociones, nunca ha sido habitual en
nuestra hermandad, reservándose sólo y exclusivamente para momentos ocasionales
y extraordinarios como lo fue el Año Mariano de 1974. En dicha ocasión
centenares de pastoreños se trasladaron hasta las plantas de la Blanca Paloma
acompañando el Simpecado blanco de gala, oficiándose la Santa Misa a los pies
de la Reina de las Marismas, siendo la primera peregrinación oficial al Rocío
de algún colectivo cantillanero. Era nuestra hermandad una vez más pionera,
como en multitud de ocasiones, y en este caso por tantos y justificados
vínculos entre el Rocío y la devoción pastoreña.
El Simpecado de la Divina Pastora junto a los peregrinos pastoreños se
encamina a la Parroquia de Almonte en la peregrinación del pasado 2 de marzo con motivo del año jubilar. |
El 2 de marzo de este año, coincidiendo con el Año Jubilar
que S. S. Benedicto XVI ha declarado en el Rocío y en Almonte con motivo del bicentenario
del Rocío Chico (nombre que se le da a la Función Votiva que celebran los
almonteños cada 19 de Agosto desde 1813), la hermandad pastoreña ha vuelto a
peregrinar, esta vez hasta la iglesia parroquial de la localidad onubense,
donde como cada siete años, por el espacio de nueve meses, es venerada la
Virgen. En esta ocasión más de doscientos pastoreños acompañaron el Simpecado Grana
de la Pastora Divina desde la parroquia pastoreña hasta los pies de la Virgen
del Rocío donde se celebró la Eucaristía cantada por el coro de la Hermandad.
Este año, Los
Pastorcitos, nombre popular que le damos a los cultos en honor de nuestra
Pastora que celebramos en mayo para conmemorar la fiesta litúrgica de la Madre
del Buen Pastor, han coincidido una vez más con la fiesta de Pentecostés, en la
que se celebra el Rocío. Esta coincidencia nos hace reflexionar sobre esta
relación, ya antigua, entre estas dos advocaciones e imágenes tan distintas,
pero tan cercanas en el tiempo y en el espacio, y que tantas similitudes
comparten. Que más da, cuando a través de ellas se venera a la misma Madre de
Dios y nuestra, que tiene por nombre María, que nos riega con el rocío de la Gracia
del Espíritu Santo y ejerce en nuestras almas el oficio de Reina, Mediadora y
Pastora Celestial.
Y si te llaman Rocío
y si te llaman Pastora,
lucero de la mañana
que seas Patrona de Almonte
o Reina de Cantillana.
"Sevillana de Antonio Portillo".
y si te llaman Pastora,
lucero de la mañana
que seas Patrona de Almonte
o Reina de Cantillana.
"Sevillana de Antonio Portillo".
José Miguel Martín Hernandez
Fuentes:
Basilio Pérez Camacho, Su primera Romería. Cantillana y su
Pastora nº 5, año 2000.
Fray Sebastián de Villaviciosa, Te canto por alegrías mare
mía del Rocío.
Daniel Pineda Novo, Historia del Condado de Cantillana y de
la Hermandad de la Divina Pastora.
Santiago Padilla Diaz de la Serna, Rocio: sal y sol de
Andalucia.
Revista Cantillana y su Pastora nº del 11 al 15.
Blog Yo soy Pastoreño: http://yosoypastoreno.blogspot.com.es/
Hermandad Matriz de Almonte: http://www.hermandadmatrizrocio.org/
Hermandad del Rocío de Sevilla: http://www.hermandaddelrociodesevilla.org/
3 comentarios:
enorabuena por este articulo, tan bueno como todo lo que publicais en este blog. Una nota curiosa, añadir que el famoso coro de la Virgen del Rocio de Gines debuto en Cantillana en 1970 con motivo de la celebración del 250 aniversario de la Hermandad. Un saludo desde Gines.
VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO
VIVA LA DIVINA PASTORA
VIVA LA HERMANDAD DE GINES
Felicidades, un articulo buenisimo, y muy bonita la sevillana del final, aver si podeis poner la letra completa. Viva la pastora divina!!
muy bonito el articulo, gracias y mil veces gracias a todos los que haceis posible esta pagina porque continuamente nos estais enseñando cosas cosas de la historia de la Pastora.
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