El más reciente de los cuatro Simpecados
de la Hermandad es del año 1966 y se estrena con motivo de la Romería y con la
intención de ser la insignia que, representando a la Virgen, fuera llevada en
la carreta de plata a la Ermita anualmente. Se daba la circunstancia de que los
otros tres Simpecados históricos de la corporación (el primitivo, el grana
bordado con la pintura que perteneció al primitivo y el blanco de gala) se
encontraban en esa época muy deteriorados debido a su antigüedad, y aunque
desde 1954 se venían utilizado también para la romería, las condiciones
externas y características de esta manifestación religiosa desaconsejaban su
uso en ella para evitar un deterioro mayor.
Por ello, el hermano José González
Villarreal y su esposa Dolores Gata Baños, grandes devotos de la Pastora de las
Almas deciden donar a la Hermandad un nuevo Simpecado que costean y
confeccionan ellos mismos, aficionados al bordado. Está realizado en terciopelo
verde muy oscuro y bordado en oro, con
un diseño inspirado en el estilo neobarroco, desde una versión muy particular y
algo ingenua del mismo. El elemento mas sobresaliente de la insignia es sin
duda el tondo central de plata, repujada y cincelada, que representa a la
Divina Pastora de Cantillana de medio relieve, con la diadema de estrellas y el
cayado también repujados y sobredorados, y que es obra del conocido taller de
orfebrería de Villarreal. La vara se confecciono utilizando las cañoneras de
plata de ley de principios del siglo XIX, de dos de los faroles del antiguo
juego de doce que posee la Hermandad. El día de su bendición y estreno se fijó
para la víspera de la Romería de ese año, siendo trasladado en procesión desde la
plaza del Llano, donde fue presentado, hasta la Parroquia.
Aunque no posee los méritos artísticos,
devocionales e históricos de los otros tres Simpecados de la Hermandad, es
incuestionable su valor sentimental como exvoto popular, así como el afecto de
los pastoreños hacia esta insignia romera que peregrinó en carreta de plata hacia la ermita durante casi treinta
años.
En el año 1990, el Simpecado grana
bordado que ostenta la pintura primitiva, fue restaurado y se pasó a nuevo
terciopelo, obra llevada a cabo por el bordador pastoreño José Benito Molero
López, junto a los hermanos Jesús Carlos y José Antonio Calero García , con lo
que esta antigua insignia se recuperó para un uso más frecuente. Así mismo, en
2001, se culminó este proceso de puesta en valor del antiguo Simpecado, con la
restauración, efectuada por el catedrático Francisco Arquillo de la Torre, de
la pintura primitiva de la Divina Pastora que lo preside, en el contexto de los actos extraordinarios con motivo del
cincuentenario de la Romería Pastoreña.
En este sentido, La junta de gobierno de
nuestra hermandad presidida entonces por Antonio Castaño, había decidido -con
muy buen criterio- volver a llevar ese año el antiguo Simpecado grana
totalmente restaurado a la ermita, ya que fue el primero con el que se
peregrinó y seria una buena forma de conmemorar
el quincuagésimo camino de la romería.
Así fue como después de treinta años, se
dejó de llevar el Simpecado verde, siendo este cambio muy bien acogido por la
mayoría de los pastoreños, no sólo por el grato impacto estético y mayor
empaque del Simpecado grana en la carreta, sino por lo que en sí representa
para la hermandad este Simpecado decimonónico, que ostenta la primera
representación pictórica de la Divina Pastora en Cantillana. Todo ello motivó
que se decidiera, a partir de 2003, llevarlo todos los años a la romería y así
se ha seguido haciendo.
Aunque la insignia que nos ocupa no ha
vuelto a ser llevada en la carreta, la Hermandad la custodia en la Parroquia,
junto al resto de insignias y la utiliza para peregrinaciones a otros
Santuarios o visitas corporativas a lugares distantes en las que es menos
recomendable el trasporte y embalaje de los simpecados antiguos. Se ha
convertido así en un Simpecado “viajero” con el que los pastoreños acudieron
por ejemplo a Roma en 2002, cincuenta aniversario de la romería, donde fue
bendecido por el Beato Juan Pablo II, Papa. A su llegada a Cantillana se dio a
besar a los fieles en la parroquia y desde entonces ostenta un lazo con los
colores pontificios, título que posee la hermandad, para recordar esta romería
extraordinaria y el hecho de estar bendecido por el Santo Padre.
Con el Simpecado verde, asistió la
Hermandad a la mayoría de los encuentros que la Confraternidad de Hermandades
Pastoreñas organizó desde 2001 hasta el año 2009, ya que en 2010, tras el
cambio de rumbo en la hermandad de Cantillana, esta confraternidad
lamentablemente se disolvió. Durante los años que duró la Confraternidad
Pastoreña nuestro Simpecado viajó a Aracena, a la Catedral de Jaén, Motril, Málaga,
etc.
Como otras piezas del patrimonio de la
Hermandad, ha sido expuesto en varias exposiciones y muestras, como la
celebrada en la Casa de la Provincia de Sevilla en el año 2001, organizada con
motivo del L aniversario de la Romería. En aquella ocasión se utilizó para
clausurar dicha muestra con un vistoso y emotivo acto celebrado en la Plaza del
Triunfo de Sevilla, en el que cientos de cantillaneros y sevillanos pudieron contemplarlo entre los sones de la
Salve Pastoreña y los vivas, y envuelto en el humo de numerosas bengalas de
colores que iluminaron esta emblemática plaza de la capital.
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