La Hermandad Pastoreña
ha Roma ha ido,
y Juan Pablo II
la ha bendecido.
ha Roma ha ido,
y Juan Pablo II
la ha bendecido.
Esta letrilla popular cantada por sevillana, cantaban los
peregrinos a la vuelta de la inolvidable romería extraordinaria a San Pedro del
Vaticano, centro de la Cristiandad, para recibir la bendición del Sucesor de
Pedro, el Beato Juan Pablo II.
La grandiosa celebración del L aniversario de la romería con
múltiples actos y cultos de carácter extraordinario, tuvo tres ejes centrales,
tres romerías de carácter extraordinario, la primera en mayo con el Simpecado
de la Virgen en la carreta de plata hasta su ermita; la segunda en junio y
julio a Roma; y por último la tradicional romería de septiembre que contó con
la presencia de la Imagen de la Divina Pastora y el pontifical de clausura
presidido por fray Carlos Amigo Vallejo, arzobispo de Sevilla.
El 28 de junio, a las ocho de la tarde, salía de la
Parroquia Pastoreña el Simpecado verde de la Divina Pastora, que por las calles
Iglesia, Pastora, Solís, Virgen de Fátima y Martin Rey llegaba a la Plaza del
llano para ser depositado en el estuche que lo llevaría hasta Roma, acompañado
de cientos de pastoreños. Entre el repique de campanas y el estruendo de
cohetes, muchos pastoreños incondicionales que no participaron en la
peregrinación lo acompañaron por el pueblo, como vemos en la fotografía, con la
fachada de la sede canónica de nuestra Hermandad de fondo. El canto de
sevillanas pastoreñas y los vivas a la Pastora acompañaron al Simpecado que
regresó el domingo 7 de julio a la Parroquia donde se guarda durante todo el
año con las demás insignias de nuestra Hermandad, una vez dentro, a las plantas del camarin de la Divina Pastora fue besado por los fieles dando por finalizada la peregrinación.
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