Santa María Virgen, Pastora de nuestras almas y Reina de las
Marismas celestiales, hoy te pedimos especialmente por nuestra hermandad, que
se ha postrado a las plantas de tu imagen venerada en estos días en Almonte. Intercede
por todos los pastoreños en estos momentos difíciles que atraviesa su hermandad
y alcánzanos de tu Divino Hijo el rocío vivificante de su Gracia para
que el Espíritu Santo la mantenga unida, cohesionada, firme y renovada, para
que pueda así mejor servir a los hermanos, a ti y a Dios nuestro Señor q vive y
reina por los siglos de los siglos. Amén.
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